miércoles, 8 de mayo de 2013

BEBO EN TÍ

Les dejo aquí una nota que escribí para la Revista Wine+ (Club del Vino de Argentina y Uruguay), publicada en la edición de abril de 2013. 

Los invitamos a recorrer la historia vitivinícola desde lo que rezan los evangelios. Pasajes y posturas que el cristianismo, el islamismo, el hinduismo y el budismo tienen para con nuestra bebida predilecta.



EL VINO EN EL CRISTIANISMO

La Biblia, el libro sagrado de los pueblos cristianos, contiene en su texto decenas de menciones a la noble bebida obtenida por fermentación de las uvas.

Esto no debería sorprendernos; ya que la región geográfica donde se desarrollan los acontecimientos plasmados en el sacro texto -conocida como el “Creciente Fértil” (Mesopotamia, Cercano Oriente y Egipto)-, se corresponden exactamente con la zona donde se supone que el hombre comenzó con el cultivo de la vid.

El Primer libro de las Crónicas confirma esto, pues en sus “censos y nóminas” menciona el nombre de las personas que estaban abocadas a estas tareas: “Semí, de los que cultivaban las viñas; Sabdí de Sefa, encargado de las provisiones de vino de las viñas” (27:27).

Estudiando el Antiguo Testamento, pueden hallarse numerosas referencias al vino como un don que ha sido dado por Dios para el beneficio de los hombres.

Así en el Génesis se lee la bendición de Isaac para Jacob: “Dios te dé, pues, el rocío del cielo, y de la riqueza de la tierra, abundancia de grano y de vino nuevo” (27:28).

En Deuteronomio es el propio Jehová quién ofrece generoso: “Yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo, la temprana y la tardía; y recogerás tu grano, tu vino dulce y tu aceite" (11:14). Y prosigue en Salmos: “las eras se llenarán de trigo, y los lagares desbordaran de vino nuevo y aceite fresco” (2:24).

Además, en varios pasajes de las sagradas escrituras se destaca la importancia del vino como un producto alimenticio valioso y apreciado.

En Jueces, un levita afirma: “Y hay tanto paja como forraje para nuestros asnos, y hay tanto pan como vino para mí y tu esclava y para el servidor que está con tu siervo. No hace falta cosa alguna” (19:19). 

Asimismo hay alguna mención a la vejez del vino como atributo de calidad, como se lee en Efesios: “No abandones a un viejo amigo, porque uno nuevo no vale tanto como él. Amigo nuevo es como vino nuevo; que se ponga añejo y lo beberás con placer” (9:10) 

No falta incluso alguna mención tolerante a la borrachera, aunque de manera ocasional.

El libro de la Sabiduría propone: “Embriaguémonos con vinos exquisitos y perfumes, que no se nos escape ninguna flor primaveral (…)” (2:7)

Isaías todavía hace un convite aún más indulgente: “¡Vengan, voy a ir a buscar vino; o mejor emborrachémonos con licor, pues mañana será como hoy o tal vez habrá mucho más! (56:12)

Sin embargo, son innumerables las recomendaciones que se hacen en el texto bíblico sobre el consumo moderado y responsable de esta bebida.

Como ejemplo, en el libro de Eclesiástico -considerado apócrifo para algunas ramas del cristianismo, no así para el catolicismo- se lee una exhortación directa: “Vino y mujeres extravían a los inteligentes” (19:2). 

Un poco más adelante, para matizar un poco ese dictamen, puede encontrarse la bellísima y sabia frase: “No te hagas el valiente con el vino, porque él ha sido la perdición de muchos. Como la fragua pone a prueba el temple del acero, el vino prueba al hombre en las disputas de los prepotentes. El vino es como la vida para el hombre, si lo bebe con moderación. ¿Qué es la vida a quien le falta el vino, que ha sido creado para contento de los hombres? (31:25-27).

Finalmente, en infinidad de pasajes se nos previene del mal uso de la bebida, de las consecuencias que el exceso de esta puede provocar.

Quizás los dos mejores advertencias estén en el libro de los Proverbios, donde se avisa: El vino lleva a la insolencia, y la bebida embriagante al escándalo; ¡nadie bajo sus efectos se comporta sabiamente! (20:1) y continúa “No mires al vino cuando rojea, cuando resplandece en la copa; entra suavemente, pero al final como serpiente muerde. Tus ojos verán cosas extrañas y tu corazón proferirá perversidades” (23:31,32).




www.sistemadecreenciasvictor.wordpress.com


EL VINO EN EL ISLAMISMO:

En el mundo árabe pre-islámico, el vino -y las demás bebidas alcohólicas- se tenían en alta estima. Gran parte de la poesía árabe clásica está fuertemente influenciada por las temáticas báquicas, como las bellísimas “Rubaiyatas” que se atribuyen a Omar Kayyam.

Sin embargo, con el fuerte avance del Islamismo a partir de la Edad Media -y la consiguiente recopilación e implantación del Corán como libro sagrado-, este aprecio por las bebidas alcohólicas fue desapareciendo; ya que según las palabras del propio Profeta Mahoma: "las bebidas alcohólicas son origen de la abominación y de la inmundicia.". Al principio la prohibición fue sugerida y gradual, para finalmente hacerse tajante y definitiva: “Todo lo que embriaga consumido en gran cantidad está prohibido incluso en pequeña cantidad”.

En una de las primeras Suras del texto coránico puede leerse una frase más que elocuente, donde se hace una fuerte asociación del vino con todo lo malo, incluso con lo demoníaco: “¡Vosotros que creéis! Ciertamente el vino, el juego de azar, los altares de sacrificio y las flechas adivinatorias son una inmundicia procedente de la actividad de Satán; apartaos de todo ello y podréis tener éxito. Realmente Satanás quiere desencadenar entre vosotros la enemistad y el odio, sirviéndose del vino y del juego, y así apartaros del recuerdo de Alá (…)  ¿No desistiréis?” (Sura 5, Aleyas 90-91).

Como si todo esto fuera poco, Mahoma también afirmó explícitamente “la ira de Dios recae sobre diez grupos de personas que tienen relación con el alcohol: el que lo destila, aquella persona para la que se ha destilado, quien lo bebe, el que lo transporta, la persona para la que ha sido transportado, quien lo sirve, quien lo vende, quien utiliza el dinero producido por él, quien lo compra y quien lo compra para otros”.

De esta manera, el vino y demás bebidas están absolutamente vedadas para los casi 1.300.000.000 de fieles que profesan el Islamismo.

www.rincondelvago.com


EL VINO EN EL HINDUISMO:

El hinduismo es una religión -o mejor dicho, un conjunto de cultos diferentes- de tipo politeísta (dentro de las deidades que se veneran existe una menor llamada “Váruní”,   conocida como la “Diosa del Vino”).

Se rige básicamente por cuatro textos mayores llamados “Vedas”, que condensan las enseñanzas recibidas de Dios por los sabios a través del tiempo. Existen otros textos menores, que complementan la doctrina hinduista. Entre ellos, quizás los textos más antiguos sean los medicinales -ayurvédicos-, donde se recomienda el consumo de “drakshasava”; un vino parcialmente fermentado (5-10% de alcohol) aromatizado con varias hierbas y especias, al que se le reconocen propiedades digestivas y revitalizantes. 

Los hindúes están organizados socialmente por un sistema casi inamovible de castas. Las castas sociales más altas consumen regularmente bebidas alcohólicas como parte de sus ceremonias sociales y religiosas. Estas prácticas rituales ya estaban mencionadas en textos sagrados con más de 2000 años de antigüedad, así que se las considera legítimas.  

En el otro extremo, las castas sociales más bajas tienen prohibido beber alcohol -al igual que la mayoría de las mujeres-. Sin embargo, con la “occidentalización” de los hábitos de vida -y la flexibilización del sistema de castas logrado por Mahatma Ghandi- muchos hindúes de todos los estratos comienzan hoy a beber y disfrutar del vino.

Como vemos, esta religión no proscribe el vino ni los demás líquidos alcohólicos; que indudablemente acompañan a los pueblos indostánicos desde hace siglos. Ni siquiera el vegetarianismo estricto que practican la mayoría de hindúes es un impedimento para el disfrute de estas bebidas, ya que el vino es un producto natural y de origen vegetal. 

www.angelsomber.wordpress.com


EL VINO EN EL BUDISMO:

El budismo es una religión que no impone normas estrictas a sus practicantes, sino que propone preceptos morales que guíen sus vidas y les permitan soportar sabiamente y estoicamente las vicisitudes de la existencia humana.

Dentro de la Ética Budista, uno de los cinco preceptos sugiere “evitar tomar intoxicantes que alteren negativamente la mente”. Para los budistas más radicales esto implica prescindir absolutamente de las drogas, así como también del alcohol y la cafeína. Para los budistas menos extremos, el consumo moderado de bebidas alcohólicas o café está permitido, siempre y cuando no los alejé de los principios éticos que profesen.

La libertad que ofrece esta religión a sus seguidores -bastante similar a la que ofrece el hinduismo-, les permite disfrutar del vino si lo desean, siempre que sean mesurados.

www.123rf.com

8 comentarios:

  1. Menos mal que soy agnóstico !!! Sino estaría muy complicado con alguna de estas religiones ...
    Buena e instructiva nota

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    1. FABIÁN:
      Parece que los que la llevan bien difícil son los musulmanes !!!
      El resto no se hace mucho drama... jeje
      Muchas Gracias por comentar !!
      Un abrazo. ROBERTO

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  2. QUÉ LINDA NOTA ROBERTO!!!
    TE FELICITO POR LA SENCILLEZ Y CLARIDAD DE CONCEPTOS VERTIDOS.
    ABRAZO
    WILLIE

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    1. WILLIE:
      Muchas Gracias por tus sinceros y elogiosos comentarios !!
      Un abrazo desde Córdoba. ROBERTO

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  3. Recién vemos la nota Roberto,

    muy interesante y a la vez disparadora... habría que analizar cuál es el punto común para que el vino está presente en todas las religiones, pero de manera diferente... al menos en lo que respecta a su consumo e implicancias!

    Sin dudas lo mejor es beber con prudencia y felicidad... disfrutemos más y pensemos menos.

    Abrazo grande y salute!

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    1. RUMBOAMIGOS:
      Muchas Gracias por pasar a comentar !!
      Coincido en que beber con medida nos hace más felices !!
      Un abrazo desde Córdoba. ROBERTO

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  4. Cómo Fabián, menos mal que soy agnóstico!!
    Respecto al informe, yo hubiera puesto catolicismo y no cristianismo, porque a pesar de su origen -la mayoría d elas cosas que citás- hoy en día hay un abismo entre el catolicismo, el protestantismo y los ortodoxos.
    Igual, noto que me fui de lo mejorcito respecto su relación con el Vino (el catolicismo).

    Abrazo!

    Pd. Me acabo de enterar, por googlear algo de acá, que hay una rama del cristianismo que es el Nestorianismo... El dogma nestoriano... Acabo de descubrir que la Iglesia nos estuvo ocultando la historia de Néstor... JeJeje!!

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    1. CUERVO:
      Casi todas las religiones de base cristiana comparten el Antiguo Testamento (de donde saqué la mayoría de las citas), incluso el Judaismo. Por eso hice una generalización como "Cristianismo". Después, que cada rama haga su interpretación de las Escrituras como lo desee...
      Desconozco sobre el otro tema que mencionas.
      Muchas Gracias por comentar !!
      Un abrazo. ROBERTO

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