En la pequeña localidad chubutense de El Hoyo de Epuyén (a 1000 km de Mendoza y casi 1800 km de Buenos Aires) están hoy la bodega y los viñedos más australes del mundo*. Allí, en un predio de mas de 20 hectáreas, la firma Weinert ha implantado vides finas y ha construido la pequeña bodega Patagonian Wines para la elaboración de vinos.
A la cabeza de este emprendimiento está el joven enólogo Darío Gonzáles Maldonado, quien dejó el calorcito de su San Juan natal para enfrentarse valientemente a los fríos extremos de la Patagonia Argentina. Las condiciones en la región son adversas no solo para los seres humanos, sino también para los viñedos, que deben aclimatarse durante varios años para poder lograr la madurez de sus uvas.
Darío aceptó el desafío y lleva más de una década en la región. Va por su sexta cosecha (de las cuales sólo han salido dos al mercado), elaborando vinos increiblemente diferentes a lo que estamos acostumbrados a beber en nuestro país.
Los vinos de esta zona tienen vivos colores, cuerpo medio y una acidez natural bastante elevada (aunque normal para una zona fría). Sin embargo, son vinos aún poco aceptados entre los consumidores argentinos, acostumbrados a vinos menos acerbos (de climas más templados)
A pesar de esta gran diferencia, a mi son productos que me encantan, pues me recuerdan mucho a los grandes vinos europeos (sobre todo los blancos).
Por gentileza de Darío -quien me envió dos cajas con sus productos- pude probar todos los vinos que tiene a la venta la bodega en este momento. Aquí mis comentarios sobre los mismos:
Logo extraido de vinosdeargentinos.com.ar
Faldeo del Epuyén Chardonnay-Riesling ($65): Atípica combinación de uvas blancas provenientes de uno de los viñedos más australes del planeta. Es un blanco de aromas muy florales, especiados y minerales, con una acidez filosa que lo hace sumamente refrescante. Es mi vino preferido de la bodega. He probado las cosechas 2008 y 2009. Las dos me han encantado (aunque tengo preferencia por la primera). Ambas están en un excelente momento para ser bebidas.
Piedra Parada Merlot 2008 ($125): Otro vino muy atípico desde la nariz, con notas piracínicas algo marcadas (nunca lo había sentido tanto en un merlot), combinadas con buenos toques frutales y algo especiadas. En la boca es un vino de cuerpo medio, acidez elevada y taninos apenas presentes. A mi este producto me gusta bastante. Además, me encanta lo diferente de su expresión aromática y gustativa. Sin embargo, no fue muy apreciado entre el grupo de consumidores que lo degustaron conmigo (supongo por su alta acidez). He guardado dos botellas de este vino en la cava, para ver como se comporta con la estiba en botellas.
Piedra Parada Merlot-Pinot Noir 2008 ($80): Nuevamente en este vino aparecen los aromas piracínicos del merlot, suavizados por la presencia del pinot noir, en un conjunto armonioso y agradable. La boca es análoga al anterior, con la acidez firme y los taninos que apenas se notan. El vino está correcto, teniendo mejor nariz que boca. Probamos en la misma oportunidad también la cosecha 2007 y compartía características similares, aunque ya con trazos de evolución. Me queda una botella de la cosecha 2008, que esperaré en cava un año a ver como se desenvuelve.
Piedra Parada Pinot Noir 2008 ($125): De color bastante intenso para ser un pinot noir, la nariz es apenas frutal y especiada, sin mucha complejidad. En la boca el vino es frutal simple, ligero y de acidez marcada. Sin tener ningún defecto objetable, fue el vino que me resultó menos atractivo. Conservo también un par de botellas para ver su evolución.
Imagen extraida de argentinawinedirectory.com
Hasta aquí es lo todo que pude probar de la bodega, por gentileza de Darío. Me contó también -off the record- que está vinificando un gewürztraminer, un rosado joven y un espumoso. Estoy seguro que no faltará oportunidad de probarlos!!
Tengo pendiente visitar la bodega y su región. La invitación la tengo hecha hace rato. Ganas no me faltan!! Me encantaría poder conocer el paisaje de donde provienen -y las manos que elaboran- esos vinos, los verdaderos vinos del fin del mundo...
Imagen extraida de www.camersa.com.ar
* En el hemisferio sur, compartimos la zona vitívinicola más austral con la región de Central Otago (Nueva Zelanda). Ambas regiones están a una latitud de entre 42º-45ºS.
Probé el Piedra Parada Merlot-Pinot 2007 y 2008, vino extraño y con elevada acidez (vivo-mordiente), me gustaron pero tiene aromas atípicos de ají verde (a esto le decis piracínico?)
ResponderEliminarEl Faldeo del Epuyen 2008 es el vino que mas me gustó de la bodega, aunque la acidez es bién elevada (acidulado-verde).
Me imagino al chardo de este corte metido en un espumante con el Pinot Noir y se me hace agua la boca si lo pienso acompañando unas frambuesas!!!!
Gran Nota
Abrazo
Hola FABIÁN:
ResponderEliminarAntes que nada, Gracias como siempre por comentar !!!
Verdaderamente son vinos atípicos, pero a mi me encantan, pues amo la diversidad !!! Lástima que mucha gente no los valore, seguro por su alta acidez...
Yo tambien espero ansioso probar los nuevos productos de la bodega !!!
Abrazo dese Córdoba. ROBERTO.
Muy buena nota, Roberto. Coincido con tus comentarios; la verdad es que no pude probar todo el portfolio (una lástima, evidentemente) pero lo que he catado me pareció muy interesante. El Chardonnay-Riesling es realmente atractivo y la acidez le da un lindo futuro. Hace un par de meses probé la cosecha 2008 y tiene una boca intacta.
ResponderEliminarUn abrazo!
Hola MARIANO:
ResponderEliminarAntes que nada, Muchas Gracias por comentar !!!
Yo creo que son vinos únicos en Argentina, muy diferentes a lo tradicional y eso me parece muy excitante. Lo mejor sin dudas es su blanco de corte, que está excelente y además es muy longevo.
En breve probaré lo más nuevo y haré comentarios...
Te mando un abrazo desde Córdoba.