Los días inaugurales de este verano no nos han dado tregua a los habitantes de la gran ciudad; castigándonos con elevadísimas temperaturas, alta humedad y un sol de justicia.
Con este tórrido panorama estival, benditos son aquellos que pueden mitigar los efectos del calor agobiante en una piscina (sea propia, de un amigo o un club). Más agraciados son aún quienes no deben trabajar estos días; pues pueden dejar pasar plácidamente la tarde descansando en una reposera -y alternando con refrescantes chapuzones-, para terminar la jornada con unos sandwichs, una picada informal o un asadito en el jardin.
Para todos esos afortunados seres, van mis recomendaciones de siete vinos para tomar al lado de la pileta:
Huzep Chardonnay-Sauvignon Blanc S/A ($24): Un vino blanco sanjuanino, bien simple y rico. Tiene delicados aromas frutados y herbaceos; combinados con una boca sabrosa, de buena acidez y ligeramente “petillant” (pequeñísimas burbujitas de gas carbónico natural, que dan una sensación chispeante y fresca). ¡Una excelente opción para el verano, a un precio más que acomodado!
Amalaya Blanco 2011 ($39): Un vino moderno y elegante, que le ha dado una nueva dimensión a nuestra uva blanca emblemática. Está elaborado casi en su totalidad con uvas torrontés salteñas -se reconocen sus típicos aromas bien florales y frutados-, pero además tiene un pequeño corte con uvas riesling -que le aporta elegancia y un fondo sutilmente mineral-. En la boca se comporta ágil y refrescante, debido a su cuero ligero y su medida acidez. ¡Es un vino blanco que puede disfrutarse muy bien sólo, pero sería aún más rico con unas empanadas salteñas bien jugosas y algo picantitas!
Amauta Malbec Rosé 2011 ($39): Un rosado salteño muy atractivo desde el color, de tonalidad rosada límpida y muy brillantes. En la nariz explota de cerezas rojas maduras y trazos vegetales. En la boca es algo goloso y sumamente frutado, dando paso luego a un vino de volumen medio y balanceada acidez. Un notable exponente de los Valles Calchaquíes; honesto, rico y a un precio accesible. ¡Si al caer la tarde te dan ganas de pedir sushi de delivery, este es el vino que tenés que elegir!
Cavas de Caroya Malbec-Cabernet Sauvignon S/A ($22): Un vino que juega de local (pues está elaborado en Colonia Caroya) y que dá mucho más de lo que su precio pide. Es un tinto de silueta delgada, aromas austeros (entre frutales y especiados) y un liviano y refrescante paso por la boca. ¡Con unos sandwichs “pileteros”, no puede fallar!
Los Clops Pinot Noir 2011 ($30): Un pinot noir tenue y sugestivo, novedad absoluta en el mercado cordobés. Quizás no posee una gran tipicidad varietal, pero eso no le quita mérito ya que es un tinto sutil y muy agradable de beber. Recomiendo servirlo un poco refrescado, para potenciar sus sabores frutales y su fresca acidez natural.¡Ideal para la picada veraniega!
Carrascal Tinto 2007 ($37): Un vino “de la guardia vieja”. Uno de los pocos ejemplos de elaboración tradicional que sobreviven en nuestro país; de una época pretérita donde los tintos se añejaban largos períodos en grandes toneles de roble francés, dando lugar a productos muy delicados y de complejo bouquet. Este vino en cuestión tiene aromas algo mustios (cuero, frutos secos, hongos) en sabia combinación con una boca etérea, de taninos pulidos y buena acidez. ¡Un clásico para los asados con amigos, que jamás defrauda!
Doña Silvina Malbec de Verano 2011 ($60): Un vino realmente diferente, que “rompe el molde” de los productos tradicionales. Un tinto de uvas malbec, vinificado por un proceso llamado maceración carbónica -muy poco usual en nuestro medio-; que permite obtener vinos de intensos aromas y vivos colores, sin demasiada extracción de taninos (sensaciones astringentes). El resultado final es una bebida de bellísimo color violáceo, con vivaces aromas frutados y un paso por boca ágil y liviano. Por su color es un vino tinto, pero por su suavidad y delicadeza en boca es casi un rosado. Debe servirse mas bien frío, para resaltar todos sus atributos juveniles y refrescantes. No es un producto fácil de hallar en Córdoba, pero vale la pena el intento. Imaginen la cara de desconcierto de sus amigos, cuando saquen este tinto de la heladera ¡Se van a sorprender!
Ahora los dejo, pues este calor me está matando y necesito zambullirme en la pileta. ¡Splash!
**Esta nota fue publicada originalmente en la web cordobesa de Circuito Gastronómico**
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