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¡Llegó la primavera! Si
el clima no nos juega una mala pasada, llegó el tiempo de los días soleados,
los atardeceres coloridos y las noches tibias para compartir con amigos…
Esta estación del año
es bastante “movida” para la industria vitivinícola, pues salen a la venta
todos los vinos noveles del año -aquellos que no han tenido añejamiento,
pensados para disfrutarse en su juventud-, así como también las cosechas anteriores
de los vinos que han realizado crianza en barricas -y ahora están listos para su
consumo-. ¡Sin dudas, un gran momento para sorprenderse y descubrir productos
originales!
Si andan buscando
nuevos vinos para recibir la primavera, aquí tienen siete sugerencias:
Uva
Negra Sauvignon Blanc 2016 ($120): Primicia en las góndolas
locales, esta joven bodega maipucina sorprende por sus productos de excelente
relación precio-calidad. Este blanco es uno de sus mejores exponentes, muy
fresco y de gran tipicidad varietal. Propone una nariz diáfana de perfil
herbáceo y cítrico -pomelo rosado-; que da paso a una boca jugosa, etérea y veloz,
con vibrante acidez y moderada permanencia. ¡Un Sauvignon Blanc ideal para maridar
sushi o unas rabas!
Anita
de Dos Puertos Tocai Friulano S/A ($142): Este vino sanjuanino
es un proyecto personal del periodista radial Rony Vargas, en homenaje a su amada
abuela inmigrante. Se trata de un vino blanco semi-dulce, extremadamente sencillo
y fácil de beber. Tiene aromas algo austeros, con reminiscencias de flores
silvestres, té verde y anís. Al llevarlo a la boca muestra una silueta delgada
y entrada dulzona, paso afrutado, correcta acidez y persistencia media. ¡Para servir
bien frío en la copa del aperitivo!
Familia
Bussetti Bonarda 2015 ($115): Una reciente bodega de la
zona de Rivadavia (Este Mendocino), que desembarca en Córdoba con vinos simples
pero “cumplidores”. Un Bonarda sumamente interesante, que a pesar de provenir
de una zona cálida entrega una frescura de boca muy agradable. Posee aromas limpios
de frutas rojas en sazón y en mermeladas, más algunos trazos especiados
-canela, clavo-. Al probarlo es ligero y de paso fluido, repite sensaciones
maduras, con ajustada acidez, taninos suaves y grata permanencia. Hay que
agregar que su packaging es muy llamativo y “primaveral” -con una etiqueta
llena de flores de colores-, así que no pasará inadvertido en las estanterías
de la vinoteca. ¡Buena compra, para tener siempre algunas botellas en casa!
El
Relator Tempranillo 2014 ($190): Una propuesta original, de
la mano del periodista y RRPP mendocino Fernando “Flaco” Gabrielli -junto a los
enólogos Alejandro Vigil y Pepe Reginato-. Una línea de vinos inspirada en el
mundo del turf, pasión que Gabrielli heredó de su abuelo y que se ve reflejada
en las etiquetas (donde cada una de ellas representa la chaquetilla de un
jockey). De todo su portfolio, a mi criterio se destaca este Tempranillo vigoroso
y de gran potencial. Exhibe aromas de frutas rojas y negras maduras, más
algunos dejos vegetales y terrosos. En la boca tiene entrada seca, cuerpo medio
y paso franco, redunda en sensaciones frutadas, con balanceada acidez, taninos apenas
rugosos y persistencia prolongada. ¡Para descorchar en un asado con amigos!
Finca
Decero Cabernet Sauvignon 2013 ($278): Este producto
no es nuevo, aunque vuelve a Córdoba luego de un breve período de ausencia. Un
Cabernet Sauvignon de Agrelo (Lujan de Cuyo), sabroso y con impecable
definición varietal. Proviene de un viñedo único, que se trabajó a bajos
rendimientos -7000 kg/ha-. Fue vinificado con maceraciones prolongadas -para mejor
extracción de color y taninos- y posteriormente criado durante 14 meses en
barricas de roble francés de primero, segundo y tercer uso. Seduce con una
paleta aromática amplia y compleja, donde se alternan las frutas negras
-cassis, moras-, las especias -pimienta, clavo-, los tonos balsámicos -regaliz,
eucaliptus- y de crianza -tostado, cedro-, además de un nítido fondo mineral.
En la boca se muestra estructurado y lleno, continúan las sensaciones terrosas
y levemente picantes, tiene acidez perfectamente calibrada, taninos firmes y dilatada
permanencia. Un vino perfecto para ser bebido hoy mismo, pero que ganará
matices con un tiempo más de estiba en botellas. El precio de venta es
medianamente alto, pero su calidad justifica cada peso invertido. ¡Gran vino,
para regalar o regalarse!
Pucará
Malbec 2013 ($510): Un vino maravilloso, de
pequeñísima producción pero enorme calidad, que refleja como pocos la bella
rusticidad del terruño norteño. Proviene de una finca ubicada en el paraje
Pucará, apartado caserío escondido entre las quebradas multicolores del Valle
Calchaquí, a más de 2400 m.s.n.m. Un proyecto del matrimonio suizo de Beatrice
y Stefan Moeckli, consagrado a la agricultura biológica-biodinámica. Cuenta con el apoyo de Raul J. Dávalos Jr.
(agrónomo) y Álvaro Dávalos (enólogo), dos grandes entendidos de la
vitivinicultura de altura. Este vino corresponde ya a la tercera cosecha del
proyecto; está elaborado a la manera tradicional, fermentado con levaduras
indígenas y criado en botellas durante 18 meses antes de salir a la venta
(prescindiendo absolutamente del uso de roble). El resultado es un vino
poderoso y con bríos, de perfil maduro pero con notable armonía. Ofrece una
nariz prístina de frutas pasas -higos, ciruelas-, mermeladas, especias
-pimentón- y marcados dejos terrosos. En la boca es intenso y pleno; de entrada
impetuosa pero andar fluido, con reminiscencias especiadas, alcohol algo elevado
(15,5 %), balanceada acidez, taninos aún apretados y larguísima persistencia.
No es un producto fácil de conseguir pero -a mi entender- representa una
interesante compra, tanto para disfrutar ahora como para guardar sin inconvenientes
un par de años más. ¡Salta no deja de regalarnos vinos increíbles!
Mairena Bonarda Rosé Espumoso Brut Nature ($290): Familia Blanco Wines es un pequeño proyecto productivo familiar mendocino, que elabora vinos de impecable factura y estilo internacional. Ya he recomendado en otras reseñas sus encantadores tintos de Bonarda; pero ahora “suben la apuesta” y nos sorprenden aún más con un espumoso rosado producido con esa misma variedad (y usando el método champenoise de doble fermentación en botellas). Un vino de color rosa pálido y burbujas chispeantes, que enamora ya desde su fase visual. Continua en una nariz fragante, con evocaciones de frutas rojas acidas -frambuesas-, hierbas y levadura fresca. Concluye en una boca liviana y vivaz, de sabor agradablemente seco, con burbujas moderadas, vibrante acidez y grato post-gusto. ¡Para acompañar todos los brindis de la primavera!
Esta vez te despachaste con una selección que no tengo catada salvo el Decero y el Relator, espero poder conseguirlos, sobre todo al Pucará que se ve interesante.
ResponderEliminarAbrazo
Querido ARIEL:
EliminarQue bueno poder sorprenderte aún !!
Yo siempre ando probando fuera del "mainstream"... jeje
Gracias por pasar a comentar !!
Abrazo. ROBERTO