miércoles, 19 de junio de 2013

ESOS RAROS TINTOS NUEVOS

Que el vino se elabora exclusivamente con uvas no es ninguna novedad. Sin embargo, no todas las uvas son igual de aptas para esta tarea. Dentro de la inmensa variedad de vides que crecen en el mundo, la industria vitivinícola elige sólo aquellas que poseen mejores cualidades para la producción de vinos, habitualmente llamadas “viníferas”.   

Cualquier enófilo aficionado reconocería fácilmente nombres de cepas como Malbec, Merlot o Syrah; pero la cosa se complicará un poco al hablar de otras variedades menos notorias como Lambrusco, Graciano o Sangiovese. 

El mundo del vino argentino no deja de sorprendernos con nuevas  propuestas, que vale la pena descubrir. 

Si quieren probar algunos de “esos raros tintos nuevos”, aquí van mis seis sugerencias:

Don Bosco Lambrusco Maestri 2011 ($38): Este vino está elaborado por los alumnos de la Escuela Vitivinícola Don Bosco (Mendoza), quienes se forman allí como futuros enólogos. Este varietal -poco conocido en nuestro medio- es el emblema de la bodega salesiana, ya que sus sarmientos llegaron a principios del siglo XX desde Piamonte (Italia) envolviendo y protegiendo la campana para el santuario. Estos sarmientos fueron plantados en la quinta de la Institución, dando origen a uno de los pocos viñedos de la variedad que hay en Mendoza. El producto obtenido de estas cepas es un tinto delicado, de aromas frutales y leves trazos especiados; que discurre por la boca con paso suelto y mucha facilidad. ¡Ideal para beber fresco, acompañando unas pizzas caseras!  

Huzep Cordisco S/A ($48): Un vino diferente por donde se lo quiera mirar. No es una novedad -pues ya hubo varias cosechas en el mercado-; pero no siempre es sencillo de encontrar. Es el único varietal que se elabora en Argentina con la exótica uva Cordisco (también conocida en el centro de Italia como Montepulciano). Lo elabora Don Juan Graffigna del Bono en su pequeña bodega de San Juan. En nariz es un vino de aromas a frutas cocidas y mermeladas; mientras que en la boca es amable y sabroso, de cuerpo medio y taninos atenuados. ¡Un vino simple y rico, que invita a tomar más de una copa! 

Cecchin Graciano 2008 ($58): La variedad Graciano es de origen netamente español; siendo utilizado en pequeñas cantidades en los vinos de las Denominaciones de Origen Rioja y Navarra, para aportarle estructura tánica y acidez firme a la uva Tempranillo (que es la que forma el mayor porcentaje del corte de estos vinos castizos). En nuestro país el desarrollo de esta uva es exiguo, con algo menos de una decena de hectáreas plantadas, probablemente la mayoría en propiedad de la bodega mendocina Familia Cecchin. Este vino en cuestión tiene una aromática distintiva; con notas especiadas y minerales en primer plano, más algunos recuerdos vegetales y de frutas pasas al final. En la boca se muestra liviano y fluido, con buena acidez natural, taninos mansos, leve sensación picante y persistencia media. ¡Rareza absoluta, que todo enófilo debe probar!

Textual Marselan 2011 ($69): La uva Marselan es una cruza genética entre las cepas Cabernet Sauvignon y Grenache (Garnacha), lograda en 1961 por un laboratorio público francés especializado en investigación agropecuaria. Fue desarrollada para obtener altos rendimientos en zonas cálidas, y además para resistir a las enfermedades criptogámicas (que afectan a la vid). En nuestro país la ínfima presencia de esta uva se la debemos a la Bodega Familia Zuccardi, quién tiene plantadas algunas vides de Marselan y vinifica el producto de manera experimental desde hace varias cosechas. El resultado es un tinto simple pero interesante; de profundo color violáceo, con nariz de perfil herbáceo y algo especiado. En la boca es ligero, vinoso, de buena acidez y taninos todavía astringentes. ¡Otra rareza, para seguir probando y aprendiendo!   

Altos de San Isidro Reserva Barbera 2010 ($75): Los vinos del Norte de nuestro país siempre nos regalan una personalidad robusta y definida, como en el caso de este vino. Un tinto elaborado por la bodega Herrero-Cerezo con la cepa Barbera -importante uva originaria del Piamonte italiano pero de mínima difusión en nuestro país, con menos de 700 ha plantadas-. Tiene aromas que remiten sin dudas a los vinos de altura; con dejos terrosos, especiados, de frutas maduras y levemente herbáceos -todo acompañado con notas apenas perceptibles de la suave estancia en barricas-. En la boca es sabroso, con bríos pero elegante, de paso ágil, taninos apenas perceptibles y persistencia media-larga. ¡Peculiar vino salteño, que acompañará bien unas empanadas picantes o carnes asadas!    

Escorihuela Gascón Sangiovese 2009 ($89): La Sangiovese es otra de las grandes uvas italianas, que da origen a los afamados vinos de Chianti y Brunello de Montalchino. En nuestro territorio es un cepaje de mediano desarrollo, con algo más de 2000 hectáreas implantadas. Este producto es uno de los pocos ejemplares varietales disponibles, digno  representante de la variedad. Un vino de aromas seductores, que se mueven entre las frutas ácidas -ciruelas, moras, cassis- y las especias dulces; enmarcadas a su vez en una buena crianza en roble -vainilla, caramelo, suave ahumado-, que acompaña sin opacar. En la boca es sabroso, pleno, de volumen medio, paso fluido, acidez fresca y taninos moderados. ¡Un tinto sutil y elegante, ideal para acompañar pescados de río a la parrilla!

¿Y ustedes, han disfrutado algún otro tinto raro en este último tiempo?

** Esta nota fue publicada originalmente en la web cordobesa de Circuito Gastronómico **

domingo, 9 de junio de 2013

ALTA GAMA ROSARIO 2013


Quienes me siguen en este blog saben muy bien que yo no posteo chivos ni publinotas. Sin embargo, quiero destacar brevemente a este encuentro de vinos que se realiza en Rosario todos los años.

Alta Gama es una actividad con una larga trayectoria en el mercado rosarino. No estoy seguro cuantos años lleva, pero seguro que más de una década (creo que "cambió de manos" alguna vez, pero el evento se sigue realizando).

Este será para mí el cuarto año consecutivo en que la voy a visitar, siempre por gentileza de la organización que me acredita como profesional.

Me gusta esta feria pues mantiene una estructura del tipo tradicional, pero muy bien organizada (es cómoda y espaciosa, con muchos dispensers de agua para beber y lavar las copas, algo de comida para picotear de vez en cuando, barra de café para descansar, buena temperatura del salón, guardarropas, limpieza continua, etc.).

¡La verdad es que da gusto visitarla y poder disfrutar de buenos vinos en un entorno tan agradable! Como si fuera poco, en este evento suelen participar muchas bodegas que aún no distribuyen sus productos en Córdoba, así que para mí es además la posibilidad de descubrir los nuevos productos del mercado vitivinícola casi en primicia…

Veremos que sorpresas nos depara este año la feria. ¡Allí estaremos! 

miércoles, 5 de junio de 2013

VINOS QUE SON GOLOSINAS PARA ADULTOS

“¡Que tus pechos sean como racimos de uvas, y tu aliento como un aroma de manzanas, y tu paladar como un vino dulce delicioso que corre suavemente hacia el amado, fluyendo entre los labios y dientes” (Cantar de los Cantares 7: 8,9)

Sin lugar a dudas, los vinos dulces son las golosinas de los adultos. Si bien aún representan un porcentaje ínfimo de la producción y el consumo argentinos, de a poco van asomando en las góndolas de las vinotecas y en las cartas de los restaurantes.

Es importante remarcar que en nuestro país estos vinos son siempre dulces de forma natural, pues el agregado de azúcar está absolutamente vedado -y penado por la ley-. Así podemos encontrar vinos de cosecha tardía (uvas sobremaduradas, para acumular azúcar) y vinos naturalmente dulces (diversas formas de interrupción de la fermentación alcohólica, para dejar azúcar residual disuelta).

Los vinos dulces son un excelente maridaje para los postres -incluso los pueden reemplazar si no somos muy golosos-; pero también se lucen de maravillas en combinaciones más arriesgadas (por ejemplo con quesos azules, con hongos o de cabra).

Vale mencionar que estos suelen ser productos de precio elevado, pues requieren de procesos de elaboración complejos y siempre se trabaja con rendimientos acotados. 

Si les agradan los vinos dulces, aquí cinco sugerencias de diferentes estilos y precios:

Cafayate Cosecha Tardía 2012 ($29): En el escalón más económico de los vinos dulces encontramos este producto de la bodega Etchart que se identifica comercialmente como “cosecha tardía”, pero que pertenece técnicamente a la categoría de los “dulces naturales”. Un blanco sumamente goloso, de aromas intensos e inconfundibles a flores de jazmín y uvas frescas; con paso de boca amable y dulzón. Es un vino suave y de bajo tenor alcohólico, que gustará a la inmensa mayoría de los consumidores. ¡Ideal para disfrutar con ensalada de frutas o helados!

Don Bosco Licoroso Especial S/A ($42): Este producto está elaborado por los alumnos de la carrera de Enología de la Escuela Vitivinícola Don Bosco -ubicada en Rodeo del Medio, Mendoza-. Es un blanco dulce fortificado, también conocido como “Mistela”. Legalmente no se lo considera vino -pues no hubo fermentación alcohólica-, pero el uso y la costumbre lo incluyen en esta categoría. Técnicamente es un jugo de uvas blancas (moscatel, torrontés) al que se le agrega alcohol destilado -exclusivamente de origen vínico-, para inhibir la fermentación y llevarlo hasta la graduación alcohólica deseada. El líquido resultante se envejece largamente en recipientes de roble, para suavizar y sumar complejidad. Este vino generoso tiene aromas acaramelados, de miel, pasas de uvas y vainilla. Al llevarlo a la boca es sabroso y definitivamente dulce -aunque el alcohol relativamente alto (15%) ayuda a balancear bastante el conjunto-. ¡Un clásico para “emborrachar” tortas o tartas, e incluso para acompañarlas!

Afincado Tardío Petit Manseng 2010 ($100): ¡Este vino de Terrazas de los Andes es realmente exquisito! Un blanco de cosecha tardía, elaborado con la casi inexplorada uva francesa petit manseng, que además ha sufrido un ataque parcial de “botrytis cinérea” (un hongo que se desarrolla sólo baja ciertas condiciones climáticas, el cual deshidrata parcialmente los granos de uva y aporta sabores/aromas extremadamente particulares). Resultado de esto se obtiene un producto de una nariz subyugante; donde las notas melosas y de frutas blancas -típicas de los vinos tardíos- se combinan con interesantes notas alcanforadas y de mentol -características del hongo de la botrytis- en gran armonía y elegancia. En la boca repite las sensaciones frutales limpias, con un paso bien dulce pero muy fluido -debido a la marcada acidez natural que conserva el vino-, graduación alcohólica moderada y larga persistencia. ¡Un producto costoso -la botella es de 375 ml- pero que devuelve con placer cada peso invertido!      

CarinaE Passito de los Andes 2011 ($110): Un vino dulce diferente, al estilo de los famosos Passitos de Pantelería italianos. Se vinifica con uvas Moscatel Rosada, a las cuales se las recolecta en momentos diferentes. Con la primera cosecha se empieza la elaboración de un vino normal; al que luego se le irán agregando durante varias semanas racimos enteros de las mismas uvas sobre-maduradas, para mantener en actividad la fermentación y aportar aromas/sabores singulares. El resultado es un producto único. Un vino de color “oro viejo”, con intensos aromas maduros -pasas de uva, cera, miel, caramelo-, sumamente goloso en boca (80 g/l azúcar) pero que no empalaga para nada gracias a su alcohol elevado (16%) y a un amargor final que lo balancea de maravillas. ¡Un vino dulce notable, para tomar más de una copa!

Los Stradivarius de Bianchi Porto do Magoas 2005 ($180): A imagen y semejanza de los famosos vinos de Oporto (Portugal), la prestigiosa bodega sanrafaelina Casa Bianchi ha elaborado este tinto dulce fortificado. Se produjo con uvas malbec y merlot del sur mendocino cosechadas con leve sobremadurez. Estas se fermentaron de manera parcial, deteniendo la acción de las levaduras con el agregado de aguardiente vínico destilado. Finalmente, el producto obtenido se añejó durante 16 meses en barricas nuevas de roble francés, para refinarlo y aportarle multiplicidad de dimensiones olfato-gustativas. El resultado es un tinto dulce de nariz sensual y voluptuosa; con aromas nítidos que se mueven entre las frutas pasas (higos, ciruelas), las frutas secas (nueces), el chocolate negro, los tonos anisados y los suaves trazos ahumados propios del roble nuevo. En la boca es un vino potente, marcadamente dulce (110 g/l azúcar) -pero no relajante, pues una vez más la alta graduación alcohólica (18,6%) ayuda a compensar las sensaciones-, de sabores maduros, paso de boca pleno y una permanencia casi eterna. Un vino ideal para acompañar postres de chocolate; pero también para una copa en la sobremesa escoltando un café fuerte e incluso un buen cigarro. Está en un gran momento para ser bebido, pero puede guardarse sin problemas algunos años más en busca de una mayor evolución. ¡Lamentablemente la bodega lo ha discontinuado, pero aún quedan muchas botellas en el mercado para ser descubiertas y disfrutadas!

¿Y para ustedes, cuáles son sus vinos dulces preferidos?

** Esta nota fue publicada originalmente en la web cordobesa de Circuito Gastronómico **