Casi
sobre el final del año -y lamentando haber podido participar tan poco durante
el 2019-, vuelvo a sumarme a la movida
conjunta #AWBDescorcha de los Argentina
Wine Bloggers, dejando
recomendaciones para los brindis de fin de año.
Este
año propongo cuatro vinos espumosos extranjeros, como para "darse un gustito" especial. Creo que fue un año difícil para casi todos... Nos lo merecemos !!
No
sé si lo sabían, pero todos los productos importados pagan impuestos nacionales bastante altos al ingresar al país, así que suelen quedar desfasados -a veces hasta
prohibitivos- en precio.
Vale
aclarar que estas cuatro etiquetas se importan con aranceles
diferenciados, por eso se pueden comprar con valores de mercado relativamente
accesibles. Esto se logra pues estas empresas multinacionales tienen
subsidiarias en nuestro país, pudiendo así ajustar la balanza
exportación/importación con una carga impositiva sustancialmente menor.
Dejando
de lado las frías cuestiones de la economía, pasemos a los vinos que es lo que verdaderamente
importa aquí:
Cinzano Cuvee Storica Prosecco DOC ($850): Para nosotros, la Casa Cinzano es más conocida por sus vermouths. Sin embargo, en Italia es también un gigantesco productor de vinos espumosos. Esta es quizás su etiquetas más emblemática, un Prosecco del la zona del Véneto del que comercializan varios millones de botellas al año. Se elabora exclusivamente con uva Glera y por el método Charmat. Es un espumoso sencillo, liviano y muy fresco; propone aromas frutales y herbáceos directos; tiene sabor seco, agradable acidez y burbuja chispeante. Perfecto para tomar solo como aperitivo, o para preparar tragos tipo “spritz”.
Codorniú Cuvee
Barcelona 1872 Brut ($900):
El nombre Cava es la Denominación de Origen que desarrolló España para sus
vinos espumosos de calidad, principalmente para los producidos en la Comunidad
Autónoma de Cataluña. Desde la pequeña localidad de Sant Sadurní d´Anoia -el corazón de la
producción del Cava- llega este producto
que a mi entender representa fielmente el espíritu de la bebida. Se vinifica
exclusivamente con uvas autóctonas como Macabeo, Parrellada y Xarel-lo;
utilizando el Método Tradicional (segunda fermentación en botellas, con un
mínimo de 9 meses sobre lías antes del degüelle). El resultado es un vino
espumoso de buen cuerpo y mediana complejidad, con aromas de levadura, miel y
piel de cítricos; ofrece una entrada de boca amable, marcada acidez y burbuja
elegante. Lo recomiendo para acompañar la cena de fin de año, desde el
aperitivo hasta el brindis de medianoche.
Martini Asti DOCG ($1050): Martini es otra marca que para los argentinos está muy asociada a los aperitivos, pero que en su casa matriz italiana produce grandes volúmenes de vinos burbujeantes. Del portfolio que ingresa al país me gusta mucho esta especialidad del Piamonte, un espumoso dulce elaborado 100% con uva Moscato Bianco y Método Rural (una antigua técnica de producción que permite fermentar el vino y gasificarlo naturalmente -en un solo paso y en el mismo recipiente- antes de llevarlo a la botella definitiva). Se trata de un vino de nariz fragante y seductora, con vívidos recuerdos florales -jazmines, azahares- y frutales -uvas frescas, peras, duraznos-. Al probarlo es ligero y vivaz, con un dulzor moderado -bien contrapesado por su fresca acidez- y “perlage” cosquilleante. Puede ir muy bien con macedonia o postres frutales (como lemon pie, tarta Tatin o de frutillas).
Freixenet Cuvée de Prestige Cava Malvasía Dolç 2011 ($1600): ¡Este Cava dulce de la Casa Freixenet es uno de
los más complejos y originales que he podido probar! Tiene el espíritu fresco y
perfumado de los vinos mediterraneos, pues se produce en su totalidad con uvas
Malvasía. Como todo Cava, está elaborado por el Método Tradicional, tiene una
larga crianza sobre lías y utiliza un licor de expedición concentrado y de
receta secrera (que si tuviera que adivinar diría que esta compuesto por
mistelas muy añejos). El resultado final es un espumoso opulento pero muy
elegante. Su nariz cautiva con reminiscencias de pan brioche, mazapan y miel; aunque
su punto fuerte está en la boca, con una pletora de sabores que recuerdan a
pasas, vainilla, frutas secas y masas de panadería. Obsequia burbujas sutiles
de textura cremosa, dulzor marcado -pero que no empalaga-, y cierra con un grato
post-gusto. ¡Creo que podría tomar varias copas en la sobremesa, sirviéndolo
bien frio junto a las dulzuras típicas de estas fecha (pannetone, budines, garrapiñadas,
etc.)!
Esperando que les hayanm gustado estas sugerencias, sólo
me resta desearles a todos un:
Muy Feliz 2020 !!
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