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Si ustedes son de esos enófilos apasionados
amantes de las “rarezas”, aquí les propongo otros siete “tapados” del vino
argentino:
Contento
1 Semillón 2016 ($190):
Un vino original y extremadamente bebible, fruto del espíritu creativo de
Federico Schneidewind -un periodista de formación, que descubrió hace unos
pocos años su pasión por la vitivinicultura-. Fue producido con racimos de Semillón
de cosecha anticipada, casi sin prensar, con fermentación clásica y embotellado
inmediato; lo que dio lugar a un blanco que sorprende por su boca “jugosamente
chispeante” y veloz. Tiene aromas limpios de frutas cítricas e hierbas frescas;
unidos a una boca grácil y etérea, de bajo tener alcohólico, con vibrante
acidez y suave “petillant” (minúsculas burbujas de gas carbónico natural). Solamente
hay 1050 unidades de este producto, que sin dudas vale la pena descubrir. ¡Un
vino tan pero tan rico que “se bebe como agua”!
Alma
Gemela N°1 Pedro Ximénez 2016 ($220): Este interesante producto tiene
su origen en un proyecto de revalorización de viejas cepas liderado por la
Sommelier Mariana Onofri. Recuperando un añoso parral de uvas Pedro Ximénez -una
cepa poco “reconocida” por los consumidores, pero de amplia difusión en el
encepado nacional- obtuvo este vino blanco joven, sutil y sabroso. Propone una
nariz austera, donde se insinúan evocaciones de frutas desecadas -orejones de
duraznos, cascara de naranjas-, miel silvestre, heno y té negro. En la boca
tiene silueta delgada y paso franco, redunda en sabores melosos, con correcta
acidez y moderada persistencia. ¡No es un vino fácil de conseguir -apenas hay
600 botellas-, pero un enófilo curioso no debería “dejarlo pasar”!
Piedras
Bayas Ed. Limitada Reserva Blend 2014 ($230): Debo confesar -con total honestidad- que desde hacía bastante tiempo no me sorprendía un
vino sanjuanino. Sin embargo, este tinto de la zona de Barreal (Valle de
Calingasta) llamó mi atención por su buen sabor, estructura y moderada
complejidad. Se trata de un ensamblaje de Malbec y Cabernet Sauvignon, criado
durante doce meses en barricas americanas. Ofrece una nariz marcadamente
piracínica -morrón asado, pimentón dulce-; que se “va abriendo” con los minutos
y deja entrever recuerdos frutales maduros, especiados y de café tostado
(aportados por el roble). Al probarlo tiene cuerpo medio y paso franco; con sabores
maduros, acertada acidez, taninos suaves y grato final de boca. ¡Para volver a
mirar con atención a los vinos de San Juan!
Sumak
Kawsay Malbec 2015 ($275):
“Sumak Kawsay” (“vida en plenitud” en castellano) es un concepto central en la
cosmovisión ancestral del pueblo Quechua -y de otras culturas americanas
precolombinas-, que se refiere al anhelo de una vida pacífica en sociedad, respetando siempre a la Madre Naturaleza,
donde cada ser humano tenga lo suficiente para su subsistencia y pueda llegar a
realizarse plenamente. Detrás de esta bella noción aparece un tinto elaborado
en la localidad de Amaicha del Valle (Tucumán) dentro de una bodega comunitaria
propiedad de la Comunidad Indígena de los Amaicha. Toda la uva utilizada fue
cultivada por los “comuneros”, quienes además reciben -a modo de cooperativa-
parte de las ganancias por la venta de los productos. Pasando al vino en
cuestión, se trata de un Malbec de perfil algo rústico y “salvaje”. Exhibe
aromas directos de frutas rojas maduras, entrelazados con marcadas sensaciones
vegetales y terrosas. En boca posee entrada seca, cuerpo medio y sabor afrutado,
con equilibrada acidez, taninos apenas rugosos y mediana permanencia. Recomiendo
servir levemente refrescado. Un Malbec tucumano sencillo pero muy disfrutable,
que en breve estará por Córdoba.
Finca
El Reparo Gran Reserva Cabernet Sauvignon 2014 ($360): Quienes
gustan de los tintos suculentos e intensos, seguramente disfrutarán este
Cabernet Sauvignon proveniente de San Carlos (Valle de Uco). Un notable
producto de la Bodega Cuarto Surco, donde la tipicidad del cepaje y su lenta maduración
en barricas francesas nuevas están perfectamente amalgamadas. Muestra una nariz
intensa y fragante, con perfumes de frutas negras en sazón -cassis, moras-,
especias -pimienta negra, clavo-, cuero y ciertos trazos terrosos. En boca
presenta una entrada seca, buena estructura y paso recio, refrenda las
sensaciones maduras y apenas picantes, con equilibrada acidez, taninos firmes y
una larga persistencia. Un tinto perfecto para acompañar carnes asadas o platos contundentes.
Tordos
Brut Nature
($300): Quienes estamos en el mundo del vino hace ya algunos años, siempre
escuchamos decir que era casi imposible encontrar vinos espumosos de calidad en
el Noroeste Argentino. Eso parecía ser hasta ahora, cuando este pequeño emprendimiento
cafayateño comandado por el enólogo “Paco” Puga llega para “romper el
paradigma” y demostrar que se pueden hacer destacadas “burbujas” en todo el
territorio nacional. Este primer lote que llega al mercado es un ensamblaje de Chardonnay
y Chenín vinificado por el método Charmat (segunda fermentación en tanques). Seduce
con una aromática diáfana, donde se insinúan frutas blancas -peras, manzanas- y
algo de levadura fresca. Al llevarlo a la boca es un producto delicado; con
entrada agradablemente seca, sabor afrutado, burbujas cosquilleantes, fresca acidez
y permanencia moderada. Se hicieron pocas botellas, así que recomiendo buscar
algunas sin demora. ¡Salta nunca me deja de asombrar con sus vinos!
Reginato
Celestina Rosé de Malbec Extra Brut ($425): Un espumoso realmente único,
producido por dos grandes especialistas en esta materia como son Luis y “Pepe”
Reginato (quienes eligieron el nombre en homenaje a su amada madre Celestina).
Fue obtenido con 100% de uvas Malbec procedentes de Paraje Altamira (San
Carlos-Valle de Uco), por el método Champenoise -segunda fermentación en
botellas- y con una paciente crianza sobre sus lías. El resultado es un
producto refinado pero complejo, que “enamora a primera vista” por su vivo color
rosado. Regala fragancias de frutas rojas acidas -frambuesas, zarzamoras-,
anís, levadura fresca y sutiles dejos herbales. Al probarlo es gustoso y
refrescante, de nítido sabor frutal, con primorosas burbujas, balanceada acidez
y un placentero post-gusto. Me parece un producto ideal para acompañar aperitivos
o comidas de sabores suaves (pastas, carnes blancas o arroces). ¡Espumoso “de lujo”,
para darse un “gustito” de vez en cuando!
¿Y ustedes, conocen más “tapados” del vino argentino?
*** Esta nota fue publicada originalmente en la web amiga de Circuito Gastronómico ***
Excelentes reseñas,dan ganas de probarlos todos!!
ResponderEliminarLa verdad, todos valen la pena !!
EliminarPodríamos armar intercambio de vinos bolivianos x argentinos... no ??
Gracias por pasar a comentar, LAURA !!
Abrazo. ROBERTO
Lindos "tapados" Roberto! Qué lindo cuando te cruzás con un vinito de estos ;) Salú!
ResponderEliminarSip. Me encanta descubrir vinos raros y ricos !! Cada vez es más difícil, pero siempre hay alguna "perlita" dando vueltas por ahi...
EliminarGracias por pasar a comentar, NICO !!
Abrazo. ROBERTO