Hace
algunas semanas, aprovechando las vacaciones de verano, estuvimos con mi esposa
en Perú conociendo algo de su industria vitivinícola. Si bien en un viaje
anterior ya habíamos probado varios vinos y aguardientes locales, poder llegar
al lugar -y a la gente- que lo produce es siempre una experiencia sumamente
enriquecedora.
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http://aroundtheworldin80harvests.com |
Para
ello, me instalé en la pequeña ciudad de Ica -capital del departamento
homónimo-, desde donde pude recorrer algunas de sus bodegas más
representativas.
Ica
es una región de clima subtropical seco, soleado y ventoso; ideal para la
producción de uvas de calidad. Las provincias ubicadas al norte del
departamento (Chincha y Pisco) son algo más húmedas, mientras que las ubicadas
al sur y este (Ica, Palpa y Nasca) son más desérticas. En esta zona se
concentra la mayor producción de vinos, piscos y uvas de mesa del país.
Fue
en esta zona -más precisamente en el Puerto de Pisco, distante apenas 77 km de la
ciudad de Ica-, donde comenzó la extensa tradición del vino y el pisco peruano,
pues desde la época colonial ese era el embarcadero por donde se exportaban los
aguardientes del país. La mayoría de los historiadores coinciden en que el
nombre del puerto terminó dando origen al nombre de la bebida, dejando claro el
origen peruano del Pisco (aunque todavía Chile sigue reclamándola como propia).
Gracias
a la enorme generosidad de tres profesionales peruanos (Eduardo Dargent Chamot,
Cesar Costa Aish y Jorge Llanos Goyena), toda mi agenda en la ciudad de Ica había
sido organizada previamente, simplificándome al máximo las actividades.
¡Reitero mi sincero agradecimiento para los tres!
Para
introducirme en el mundo del Pisco, Cesar Costa coordinó dos hermosas visitas a
empresas familiares de diferente escala (“Moquillaza Robatty” para ver algo
bien pequeño y artesanal, luego “Tres Generaciones” para ver algo mediano y más
industrial). Para complementar mi visión de la industria, Jorge Llanos me abrió
las puertas de una de las pisqueras más reconocidas del Perú (“Pisco Portón”,
de capitales extranjeros, quizás una de las pocas compañías que ha logrado
trascender exitosamente las fronteras del país con sus destilados).
También
pude visitar -por las gestiones de Eduardo Dargent- la Bodega Viña Tacama, la
más antigua del Perú y quizás la más reputada por sus vinos tranquilos y
espumosos.
Si
bien se podría decir que fue una “muestra” relativamente pequeña de proyectos,
me dejó una muy buena imagen de la producción nacional.
Bodega Moquillaza
Robatty:
¡La
visita a Moquillaza Robatty fue una verdadera fiesta! La familia en pleno había
viajado desde Lima para recibirnos (además del enólogo local y el resto del
personal de la bodega). Nos buscaron por el hotel y nos fuimos hasta Tate (un
pueblito al sur de Ica, que parece detenido en un tiempo pretérito).
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Con Carmen ("Alma mater" del proyecto) |
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Con Cesar Costa y el encargado de la finca |
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Uva Quebranta |
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Uva Albilla |
Allí visitamos
sus añosos viñedos, estuvimos con la gente que trabaja la finca probando uvas,
conocimos la antigua bodega -con uno de los últimos alambiques quemados a leña
que quedan en Perú-, desayunamos como reyes “a la usanza iqueña” (esa colación casi
merecería un texto aparte), conocimos el proyecto de enoturismo que están
comenzando a delinear y, por supuesto, degustamos todos sus Piscos.
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Lagares para recepción y molienda |
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Piletas para la fermentación del mosto |
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Alambique a leña |
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Carmen mostrando el uso del alambique |
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Interior de la caldera (alambique) |
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Capitel (alambique) |
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Refrigerante (en baño de agua) |
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Antiguo intercambiador de calor (para refrigerante) |
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Salida del destilado (Carmen mostrando antiguas inscripciones de su abuela) |
La
hospitalidad de la familia fue superlativa. Descubrí en Carmen y Claudia (madre
e hija) dos mujeres generosas y realmente apasionadas, que defienden férreamente
la producción artesanal, que luchan para que la legislación peruana sea más
estricta y mejore la calidad de los aguardientes; y que además tienen sueños y proyectos
a futuro para seguir construyendo esa noble industria peruana.
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Parte del desayuno que nos esperaba en la bodega a nuestra llegada |
Si
bien todos sus Piscos me parecieron notables, el que más me sorprendió por su
delicadeza y exquisitez fue el Don Reynaldo Mosto Verde de Quebranta, que por
lo que me contaron ese día ya había obtenido varios premios regionales y
nacionales. Casualmente, mientras escribo estas líneas, me entero que en esta
semana también han ganado una medalla de oro en un prestigioso concurso español.
¡Enhorabuena para la familia!
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Linea completa de productos (Sí, los probamos a todos !!) |
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Con Carmen y Claudia Moquillaza Robatty (dos mujeres "de armas tomar") |
Yo
creo que a esta bodega hay que “seguirla bien de cerca”. No solo por la calidad
de sus aguardientes -que es muy alta-; sino también por qué estoy seguro que en
un par de años se volverá un referente del turismo enológico en Ica. ¡Yo creo
que Carmen y Claudia “van a dar mucho que hablar”. ¡Ideas, voluntad de trabajo y
amor por lo suyo les sobra!
¿Les
gustó la nota? en breve les cuento sobre el resto de las visitas…
¡SALUD!
***** Un extracto de esta nota fue publicado originalmente en el sitio web peruano de cultura, arte y gastronomía www.limagris.com *****
Buena nota. En el duty free de Lima vi unos vinos peruanos pero tuve que seguir viaje y no pude comprar para probar, otra vez será jeje. Saludos!
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