Si bien la idea no es mala, también hay vinos que van muy bien para la época estival, como por ejemplo los vinos rosados. Estos nobles productos nos permiten tomar un vino rico y con cuerpo (para no extrañar los tintos), pero teniendo a la vez una sensación refrescante que ayude a pasar el calor agobiante.
Históricamente, los vinos rosados tuvieron mala prensa en la Argentina, seguramente por la pobre calidad de los productos elaborados en otras épocas. Afortunadamente, el mercado ofrece cada vez más y mejores vinos rosados, revirtiendo así esta tendencia negativa en los consumidores.
Creo que hay que aprender a disfrutar de estos vinos, pues son geniales para maridar con las comidas veraniegas; picadas, ensaladas, tartas, pizzas e incluso algún asadito al lado de la pileta.
Como si fuera poco, los rosados suelen zanjar definitivamente las eternas discusiones entre los amantes del tinto o del blanco, pues al comportarse con versatilidad en la mesa suele dejar a todos los comensales satisfechos.
Por último -y siguiendo mi costumbre- recomiendo insistentemente buscar la añada más nueva en los vinos rosados (hoy la mayoría de las bodegas ya tienen en la calle su cosecha 2011), para disfrutar al máximo de la juventud y vivacidad de estos productos. No olviden servirlos siempre bien fríos, para potenciar su sensación de frescura !!
Para sobrevivir al “bochorno” del verano cordobés, acá van algunas recomendaciones. Empezamos con dos vinos que juegan de local (elaborados en Córdoba), para terminar con cinco rosados clásicos argentinos:Noble de San Javier Malbec Rosé 2011 ($40): Hasta donde conozco, el mejor vino rosado que se hace en nuestra provincia. Lo elabora Nicolás Jascalevich en la pequeña bodega familiar de San Javier. Es un interesante rosado de malbec, aromático y bien frutado en la nariz. Tiene una boca sabrosa, de entrada agradablemente seca, excelente acidez y persistencia media. Se han hecho muy pocas botellas de este vino, así que hay que tomarse el trabajo de buscarlo por Traslasierra (una excusa perfecta para hacerse una escapada de fin de semana, no?).
Vittorio Papalini Frambua Rosé 2011 ($30): Un vino rosado elaborado en Colonia Caroya por Esteban Papalini, con un corte de uvas frambua y sauvignon blanc. Posee buena tipicidad de nuestro vino regional y un sabor algo dulzón, que estoy seguro hará las delicias de quienes se inician en el mundo del vino. Es un vino diferente y atractivo, que merece ser probado. El packaging es original, lo que le suma un puntito extra. Este vino también es una partida bastante limitada, así que hay que darse una vuelta por la Colonia un domingo y traerse algunas botellas.
Jean Rivier Malbec Rosé 2011 ($23): Un rosado de San Rafael que sigo hace años y realmente me encanta. Admiro su calidad constante a través de las cosechas y su precio siempre amigable. Habitualmente es el primer rosado del año que se ve en las góndolas de Córdoba; y es maravilloso encontrarlo así de “nuevito”, pues además de su sabor agradablemente frutado y su fresca acidez, tiene un “petillant” (pequeñas burbujas de gas carbónico remanentes de la fermentación) muy tentador y refrescante, que invita a tomar siempre otra copa.
Santa Julia Syrah Rosé 2011 ($23): Ya he mencionado este vino en otra oportunidad (con la cosecha anterior), pues creo que es un buen producto a un precio muy razonable. Esta nueva añada sigue la línea de sus antecesores, con nítidos aromas frutales -y algo especiados- y una boca sabrosa y bien fresca. Para comidas livianas, como ensaladas o tartas, este vino va de maravillas. Otro producto de packaging muy bonito y tapa a rosca para mayor simplicidad. Se consigue en todos los supermercados, así que no hay excusas para no probarlo.
Humberto Canale Blush 2011 ($28): Un rosado de la Patagonia que también sigo hace años y nunca me ha decepcionado. Elaborado en Río Negro por la centenaria bodega Humberto Canale, es un rosado de aromática frutal y sabor abocado (ligeramente dulce). Su acidez natural (típica de las zonas frías) está bien presente, así que balancea de maravillas el azúcar residual que contiene el vino. Es un producto algo goloso para comer, pero me agrada mucho como aperitivo o para acompañar algún postre.
Dolium Malbec Rosé 2011 ($55): Un rosado de muy alta calidad, con fruta y estructura en excelente combinación. Tiene un breve paso por madera -algo poco habitual en nuestros rosados- que le aporta mayor volumen, complejidad y persistencia. Creo que es uno de los mejores exponentes de esta categoría en Argentina. Es un producto difícil de conseguir (pues se exporta casi en su totalidad), pero vale la pena el desafío de encontrar alguna botella. Les aseguro que a este vino lo pueden poner al lado de un pedazo de carne a la parrilla y “no se achicará”.
Finca La Anita Petit Verdot Rosé 2011 ($90): Una primicia absoluta. El primer vino rosé elaborado por la tradicional bodega mendocina, que marca un “aggiornamiento” de la misma de la mano de la joven enóloga Soledad Vargas. Este rosado es sumamente atractivo, de compleja nariz que se dirime entre lo frutal, lo herbáceo y algo balsámico. En la boca posee cuerpo medio, entrada seca, sabores frutados, balanceada acidez y larga persistencia. Otro producto que puede acompañar una comida “importante” sin inconvenientes. Realmente es un gran vino de una gran bodega, que brilla además por lo diferente y novedoso. El precio es alto, pero creo que lo justifica.
¡Ojalá esta nota los tiente y comiencen a disfrutar de la "vie en rose"! ¡Salud!
**Esta nota fue publicada originalmente en la web cordobesa de Circuito Gastronómico**