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¡Aunque a muchos no nos
guste, el invierno ya está instalado entre nosotros! Llegó la época de quedarse
más en casa, de reunirse con amigos, de ver películas en la cama…
También comenzó la
temporada de los guisos, sopas y otros platos invernales. Estas preparaciones,
suculentas y calóricas, reclaman vinos intensos a su lado. Vinos robustos y
plenos, que acompañen en intensidad y ayuden “a entrar en calor”.
Si andan buscando vinos
“para ganarle al frío”, aquí van algunas de mis sugerencias:
Desierto
25 Sauvignon Blanc 2014 ($88): Un blanco que sorprende por
su frescura y notable tipicidad varietal, a pesar de estar elaborado en un
terruño atípico y aún poco desarrollado como es la provincia de La Pampa. Un
Sauvignon blanc de nariz fragante, que se mueve entre sensaciones herbáceas,
cítricas e incluso algo “minerales”; que dan paso a una boca ligera y veloz,
que refrenda los sabores vegetales, con jugosa acidez y mediana persistencia. ¡Para
maridar con unas rabas o unas verduras en escabeche!
Felino
Chardonnay 2014 ($137): Para aquellos que dicen que en
invierno no se beben vinos blancos, quiero proponerles este Chardonnay mendocino
de perfil bien “gordito”. Un producto de aromática muy compleja, donde se
entrelazan aromas de miel, frutas blancas -manzanas, peras- y tropicales
-banana-; todo enmarcado en nítidas sensaciones avanilladas, acarameladas y
levemente ahumadas aportadas por el contacto con roble. Al llevarlo a la boca
es untuoso y pleno, de entrada apenas golosa, con recuerdos melosos, acidez
perfectamente balanceada y una larga permanencia. ¡Un blanco de gran calidad, ideal
para disfrutar junto a unos pescados a la parrilla!
Los
5 Figueroa Malbec 2014 ($90): En estos días gélidos nada
mejor que un tinto bien potente, como este Malbec salteño elaborado -en pequeñísima
escala- por la familia de Don Salvador “Chavo” Figueroa. Un vino que muestra
con orgullo la impronta briosa del
terruño norteño, prescindiendo de todo contacto con madera, para ofrecer así un
producto de paladar vigoroso y definido. Regala aromas de frutas maduras y
pasas, especias dulces -canela, pimentón- y dejos terrosos; todo acompañado de
una boca gustosa, de entrada seca y paso franco, con correcta acidez, taninos
levemente rugosos y persistencia media ¡Tinto
imprescindible para acompañar locro o guiso de lentejas!
Durigutti
Bonarda 2014 ($112): Otro tinto ideal para estos helados
días de julio, bien corpulento y de estilo rústico. Quizás uno de los vinos más
emblemáticos del destacado enólogo Hector Durigutti, vinificado con los mejores
racimos de Bonarda cosechados en el Este Mendocino. Un tinto de nariz más bien austera,
donde asoman aromas especiados, balsámicos -eucaliptus- y algo empireumáticos -caucho,
brea-. Al probarlo se muestra voluminoso, firme, de entrada recia y paso apretado,
con ajustada acidez y taninos marcados -aún bastante astringentes- que soportan
una moderada permanencia. ¡Este Bonarda “pide a gritos” un buen pedazo de carne
asada a su lado!
Catalpa
Pinot Noir 2013 ($220): Cuesta bastante convencer a los consumidores locales de probar
esta noble cepa tinta; hasta que se encuentra uno como este, que sorprende y
seduce hasta los bebedores más conservadores. Un Pinot Noir de Tupungato (Valle
de Uco) que muestra el lado más elegante y delicado de la variedad. De
tonalidad rojiza pálida extremadamente liviana; ofrece una nariz con
reminiscencias de frutas maduras, hojas secas y sutiles pinceladas del contacto
con roble. Es boca es sabroso, fluido y de perfil delgado, repite sensaciones
frutadas, con taninos suaves, balanceada acidez y grata persistencia. ¡Un Pinot
Noir perfecto para servir junto a una cazuela de mariscos!
Siete
Vacas Malbec Rosado Extra Brut ($85): ¡Como en esta
época del año también hay muchos acontecimientos que celebrar, no podían faltar
unas burbujitas para cerrar esta lista! Permítanme recomendarles aquí un
espumoso sumamente original, elaborado con uvas Malbec por la bodega tucumana Las
Arcas de Tolombón. Un vino burbujeante sencillo y muy bebible; con aromas de
frutas acidas y algo de levaduras, que se apoyan en una boca liviana y de grado
alcohólico moderado, con burbujas pequeñas, refrescante acidez y agradable
post-gusto. ¡Espumoso rico y accesible, para servir en todos los brindis de
este invierno!
¿Y para ustedes, cuáles son sus vinos invernales favoritos?
****** Esta nota fue publicada originalmente en la web amiga de Circuito Gastronómico ******