miércoles, 25 de marzo de 2020

DÉCIMO ANIVERSARIO DEL BLOG

DÉCIMO ANIVERSARIO DEL BLOG

¡Hoy el blog "Vinos en Córdoba" está festejando sus 10 años de existencia en la web!

Una década de escritura de calidad -o, al menos, intentándolo- hecha con la mayor objetividad posible; sin compromisos comerciales, sin sponsoreo de bodegas,  sin “chivos” ni “publinotas”. Diez años sacrificando horas de sueño o familia por el simple placer de escribir y comunicar el vino argentino. La verdad, esto merecería un festejo…

Sin embargo, la situación sanitaria que estamos viviendo no permite reuniones o celebraciones (aunque si un pequeño brindis con los seres queridos con los que convivimos). ¡Aunque no nos guste, hoy tenemos que decir #YoMeQuedoEnCasa!

Para hacer más llevadera la cuarentena, decidí hacer aporte al entrenamiento con una selección de las notas que más gustaron a los lectores -considerando el número de visualizaciones que tuvo cada una-, así que aquí va “lo mejor” de estos diez años del blog “Vinos en Córdoba”:

1- Increíblemente, la nota más leída de todos los tiempos -con más de 16.800 visitas- fue esta que escribí sobre los vinos de Paraguay. Después de un viaje que hice a Asunción durante el año 2015, simplemente transcribí mis impresiones de lo que había descubierto y probado allí. En esta misma línea de experiencias, también había escrito anteriormente un texto sobre los vinos de Brasil  y otro más extenso y completo sobre la vitivinicultura boliviana, que tuve que dividir en dos partes: aquí y aquí (resultando todos bastante atractivos para los usuarios).

2- El segundo post que más interés generó -con 4.845 vistas- fue este artículo sobre la uva Isabella (una uva “no vinífera” americana, que se utiliza en varios lugares del mundo -y de nuestro país- para hacer vinos). Hace unos días lo actualicé con este nuevo texto, que también ha sido muy visitado.

3- Con casi 2000 visualizaciones, esta reseña que escribí en julio de 2014 sobre los vinos de Colonia Caroya (Córdoba) terminó en el tercer puesto de interés para los lectores. Si usan el buscador del blog, encontrarán además otras notas más actuales sobre los vinos de nuestra provincia.

4- Con un número similar de visitas similar, aparece este posteo sobre vinos “buenos, bonitos y baratos” (una temática que siempre genera interés, buscando vinos económicos pero con buena RPC). Si bien hay varias notas más en el blog sobre este tema (usen el buscador), hace bastante que no escribo sobre ello.

5- El quinto posteo en importancia es este que habla sobre la bodega cordobesa “Noble de San Javier” (Traslasierra); un emprendimiento que fue pionero en su región, que elabora excelentes vinos y cuyo propietario hoy es un amigo muy querido.

6- Parece que no todo es vino en mi blog, pues esta nota sobre Whisky recibió gran cantidad de visitas. Relacionando al vino con el queso hay dos textos, uno sobre maridajes y el otro sobre el armado de una buena tabla de quesos. ¿Les gusta el café? Aquí hay un posteo sobre esta bebida.

7- Todos saben que soy fanático de los vinos blancos. Por eso, escribí este texto a comienzos del  2018 hablando sobre la “nueva ola” que llegaría al mercado nacional de estos productos. Dos años después, veo que las novedades en vinos blancos no dejan de aparecer en las góndolas.

8- No hay dudas que el Malbec es nuestra cepa preferida. Esta nota que escribí en el año 2012 -coincidiendo con la celebración del primer Malbec World Day- tuvo casi mil visitas.

9- Cerrando ya este recorrido, les dejo dos posteos actuales que también han generado bastante interés. Ambos hablan sobre métodos de vinificación menos habituales, que si bien existen hace mucho tiempo, hoy “se han puesto de moda”. Uno de ellos expone que son los vinos “naranjas”, mientras que el otro explica sobre la técnica enológica de maceración carbónica.

Espero que esta breve selección de contenidos les haga sobrellevar un poquito mejor el encierro que estamos viviendo.

Ya habrá tiempo de festejar cuando todo esto pasé. ¡SALUD!

miércoles, 11 de marzo de 2020

LOS VINOS NARANJAS


Los vinos naranjas -también llamados "naranjos", "maceración prolongada" u "orange wines"- son vinos de uvas blancas que se vinifican a la usanza tradicional de los tintos, es decir, con sus partes sólidas -hollejos y semillas- en maceración activa durante casi todo el proceso.

Como la legislación argentina no está actualizada -y aún no los contempla como categoría específica-, estos vinos están etiquetados simplemente como vinos blancos.

Si bien la gente podría imaginar a estos vinos con un color nítido anaranjado, la realidad es que su paleta cromática puede ir desde un amarillo pálido hasta un naranja subido, pasando incluso por tonos beige u ocre suave (la tonalidad dependerá mucho de la cepa utilizada, del tiempo de maceración y de la cantidad de oxígeno recibida durante el proceso). Aunque no es obligatorio, muchos de estos vinos se embotellan sin filtrar, así que la mayoría suelen presentarse con algo de turbidez natural.

Para describirlos organolépticamente, me gusta decir que son vinos blancos con sus características típicas algo exacerbadas (color bastante subido, aromas varietales muy intensos, mayor cuerpo, leve sensación áspera y de amargor en el final de boca). Son vinos diferentes, que requieren cierto acostumbramiento en el paladar, y quizás no sean del gusto de todos.

En los últimos años han aparecido varias de estas etiquetas, por lo que podría pensarse que es una novel moda vitivinícola. Sin embargo, muchos científicos aseguran -y es altamente probable que sea cierto- que los primeros caldos elaborados por la humanidad fueran en este formato (pensando en las dificultades que presentaría el prensado y descube de los mostos en esas épocas pretéritas).

Los primeros vinos argentinos que pude probar en este estilo fueron realizados por Matías Michelini (Vía Revolucionaria Torrontés Brutal) y Ernesto Catena Vineyards (Alma Negra Orange). También son atractivos los productos de Germán Masera (Livvera Malvasía), el de Juan Pellizati & Gabriel Bloise (Chakana) o el crédito cordobés de Gabriel Campana & Daniela Martinelli  (Surmenage N°1 Orange Wine).

Pero hoy me voy a referir a un excelente naranjo que probé hace unos días, elaborado en muy pequeña cantidad por el enólogo Francisco Pablo Puga -a.k.a. Paco- en Bodega El Porvenir de Cafayate (Salta). Un vino elaborado con uvas Torrontés y Moscatel de un viejo parral norteño, que a mi parecer es un “monumento” a la sutileza y el equilibrio (atributos muy valiosos, que nos siempre aparecen en este tipo de vinos).

A la vista tiene un color naranja muy tenue, de tonalidad pálida y levemente brumoso -por borras muy finas en suspensión-. Cuando se lo lleva a la nariz es sumamente fragante; con recuerdos vívidos de flores de azahar, cascarás de cítricos y uvas frescas. Al probarlo es delicado y armónico, sin rusticidad ni astringencia. Seduce con su sabor frutal pleno, su textura apenas “estriada” -por las mismas borras-, su refrescante acidez, mínimo amargor y prolongado final de boca. Recomiendo servir frío. ¡Un vino perfectamente logrado, para beberse con facilidad una botella!

Les digo que es bastante difícil de conseguir, pues se han hecho pocas botellas. ¡Si lo cruzan por ahí o saben de alguien que vaya a la bodega, no lo duden un segundo!

viernes, 6 de marzo de 2020

LA UVA ISABELLA (Actualización 2020)

Gentileza: Ing. Agr. Daniela Mansilla
La uva Isabella es una variedad de origen americano, perteneciente a la familia de las “Vitis Labrusca” (nombre que le asignó el botánico sueco Carl von Linné a esta especie, para separarla de las demás vides europeas que llamó “viníferas” -que “hacen vino”-).

Su genealogía es algo incierta, aunque se cree que apareció en América del Norte por cruzamientos genéticos naturales de vides europeas llevadas por los primigenios colonos. La primera mención registrada de esta cepa corresponde al año 1816, fecha en la que el propietario de un vivero de South Carolina -o Delaware, según otros autores- la nombra como Isabella en honor a una bella mujer (Isabella Gibbs).

Es una uva con importante difusión mundial. En nuestro país también se la conoce como Frambua o Chinche. En varios países sudamericanos -como Colombia, Venezuela, México y Costa Rica- mantiene el nombre de Isabella.

Otras sinonimias alrededor del mundo son: Isabel (en Brasil, donde está la mayor superficie plantada con 13.000 ha), Bangalore Blue (en India, donde hay 5000 ha), Frutilla (Uruguay), Borgoña (Perú), Fragola (Italia), Alexander (EEUU), Framboisier (Francia) y Odessa (Georgia).

Es una variedad con carga alta de resveratrol en su hollejo; una sustancia que hoy está en estudio por sus grandes propiedades antioxidantes (se cree que podría ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, Alzheimer e incluso cáncer).También posee una elevada cantidad de azucares naturales, minerales y vitaminas del grupo A, B, y C.

Historia

Los registros indican que llegó a desde América del Norte a Europa a través del Jardín Bótanico de Montpellier (Francia) -dirigido en ese entonces por el naturalista suizo Agustín Pyrame de Candolle- y desde allí comenzó su difusión al resto del viñedo galo.

Junto con esta cepa ingresaron a la región dos enfermedades de la vid que no se conocían hasta ese momento, el insecto de la filoxera (“Daktulosphaira vitifoliae” o “Phylloxera vastratix”) y el hongo del oidio (“Erysiphe necátor”). Lo interesante es que en ambos casos, la planta de Isabella es un portador sano, pues no sufre la enfermedad (aunque la transmite).

La invasión filoxérica se esparció rápidamente por el continente entre las vides sensibles a ella. Para la segunda mitad del siglo XIX, la plaga amenazaba con arrasar por completo el viñedo europeo. La solución terminó viniendo de la misma planta, pues se descubrió que sus raíces mostraban gran resistencia y funcionaban muy bien como “porta-injertos”.

Se estima que la uva Isabella arribó a la Argentina en 1878, en las valijas de los inmigrantes friulanos que fundaron lo que hoy es la ciudad de Colonia Caroya. Contó con una amplia difusión en el encepado nacional hasta mediados del siglo XX, principalmente en el Noroeste, la Mesopotamia y el centro del país.

Su proceso de erradicación definitiva -en principio, para plantar nuevas variedades “finas”- comenzó en los años 60´, con arranques masivos y/o reconversión de viñedos. 

Actualidad

Desde la década del 90´ solamente se conservan algunas plantaciones de importancia en Colonia Caroya (Córdoba), unos cuantos emprendimientos familiares minúsculos en la costa bonerense (Avellaneda, Ensenada y Berisso) y un viñedo experimental en Misiones.

Las estadísticas oficiales del Instituto Nacional de Vitivinicultura -a septiembre de 2019- mencionan una superficie implantada en el país de 65,2 hectáreas (40 ha en Colonia Caroya, 23.3 ha en Buenos Aires y 1.9 ha en Misiones).

Ampelografía
Gentileza: Wikipedia Commons

Es una planta muy productiva y vigorosa, con buena regularidad anual. Resiste bien el frío invernal así como el oidio, aunque es algo sensible al mildiu y black-rot.

Sus épocas de desborre y madurez suelen ser bastante tempranas, siendo siempre una de las primeras variedades en cosecharse (mediados a fines de febrero).

Tiene hojas medianas pentalobuladas, color verde opaco en su anverso y ligeramente blanquecino -y con pelitos suaves- en su reverso. El racimo es pequeño, poco compacto, con bayas grandes -pero de hollejo delgado- en una tonalidad violácea-azulada.

En los viñedos de Colonia Caroya incluso se han identificado dos clones de esta variedad. Uno de ellos es muy precoz y aromático, aunque de bajo grado alcohólico potencial -aprox. 11%-, que está listo para cosecharse casi 30 días antes que el otro, de maduración más lenta y que produce vinos algo más neutros y alcohólicos -hasta 12,5%-. También hay una mínima superficie -de 0,5 ha- con uva “Isabella Blanca”, pero su identificación ampelográfica aún no es definitiva.

Enología

Produce vinos ligeros y afrutados, de color rosado pálido de mediana a baja intensidad, con moderado tenor alcohólico, marcada acidez y taninos suaves. Las maceraciones durante el proceso de vinificación deben ser cortas, pues no es posible extraer demasiado color ni taninos -y se corre el riesgo de producir cantidades elevadas de metanol-.

Sus aromas recuerdan inmediatamente a uvas frescas y frutas rojas -frambuesas, frutillas, moras-; aunque también pueden aparecer recuerdos vegetales, terrosos y “foxy”*.

Históricamente, los vinos producidos con Isabella se comercializaban casi en su totalidad en la versión “amable” (o “amabile” en italiano), es decir con algunos gramos de azúcar residual. En la actualidad todavía se puede encontrar bastante este estilo dulzón, aunque algunos enólogos prefieren vinificarlo como un producto completamente seco.

Esta variedad además resulta muy interesante para consumo en fresco y para la producción de jugo de uvas fresco, debido a su alto rendimiento -ya mencionado-, así como a su exquisito sabor frutal  e interesante valor nutricional.

En Brasil se procesa en mermeladas y vinagres; en Italia también se recurre a ella para destilar grappas y licores, mientras que en Turquía se prefiere para confeccionar jarabes y cocinar especialidades -principalmente “sarmas”, niños envueltos en hojas de parra-.   

Gentileza: Ing. Agr. Daniela Mansilla
Producción

Según las estadísticas oficiales de la ultima vendimia (INV, 2019) se produjeron 233.300 kilogramos de uva Isabella en todo el territorio nacional. Estos números pueden parecer pequeños pero son alentadores, pues en la difícil cosecha 2016 la producción había caído a un mínimo histórico de apenas 61.000 kg.

Al no pertenecer a la familia de las “vitis viníferas” el Instituto Nacional de Vitivinicultura no permite usar este cepaje para la elaboración comercial de vinos. Sin embargo, las zonas mencionadas anteriormente -en el apartado historia- cuentan con una excepción legal, debido a su extensa tradición utilizando la variedad.        

Indama Exotic Wine Rosado de Isabella 2019 ($300)

Gentileza: Juan Cruz Borsotti
Un novedoso rosado de la variedad Isabella, que termina de derribar el mito que con esta cepa no se pueden hacer vinos de calidad. Está elaborado por el experimentado "duo dinámico" formado por la Ingeniera Agrónoma Daniela Mansilla y en enólogo Gabriel Campana en la Bodega Terra Camiare (Colonia Caroya). Es un producto de color rosado intenso; su nariz es fragante y bien típica -frambuesas, frutillas y trazos vegetales-, en la boca tiene cuerpo medio, dulzor leve (unos de 8 g/l azúcar), correcta acidez y persistencia media. ¡Perfecto para servir con aperitivos o postres!

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“foxy” o “foxé” corresponde a una sensación olfativa algo difícil de definir -pero bastante usual en los caldos producidos con vides americanas- derivada de una sustancia presente en ellas llamada antranilato de metilo -fórmula química C8H9NO2-, que puede asociarse con recuerdos olfativos de frutas en conserva, mermeladas, solventes e incluso ciertas notas “animales”: cuero, almizcle, carne de caza. Para muchos profesionales -y consumidores- constituye un olor desagradable, máxime cuando está presente en cantidades elevadas. Afortunadamente, con una buena viticultura -y elaboración- se puede atenuar sensiblemente esta cualidad aromática.