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Aunque yo siempre
afirmo que la variedad Malbec produce excelentes vinos en todo el territorio
argentino, es -sin dudas- en Mendoza donde puede ofrecer la mayor calidad y diversidad
estilística.
A esta provincia
llegaron los primeros viduños del cepaje, en la medianía del siglo XIX, de la
mano del agrónomo francés Michel Aimé Pouget. La mayor superficie implantada
actualmente se encuentra allí, unas 31.700 ha (más del 85% de todo el Malbec
del país); teniendo además algunos de
los viñedos más antiguos que se conservan de esta cepa. Por todo esto, es que
no tengo miedo de afirmar que “Mendoza es Malbec”.
Si quieren probar
algunos buenos Malbecs mendocinos, aquí van mis siete sugerencias:
Dilema
Day Malbec 2015 ($73): Un novedoso producto de
Fe.Co.Vit.A (la cooperativa vitivinícola más importante del país), pensado para
aquellos consumidores que se están iniciando en el mundo del vino. Un Malbec de
estilo “amable”, sencillo y fácil de beber. Tiene aromas frutales y herbales
directos; que dan lugar a una boca escueta y veloz, con entrada dulzona,
correcta acidez, taninos imperceptibles y permanencia breve. Sugiero refrescarlo antes de servir, para aligerar un
poco su golosidad. ¡Un Malbec para beber sin mucho protocolo!
Finca
La Linda Malbec 2014 ($166): Un Malbec mendocino “de
manual de enología”, con todos los atributos que el enófilo espera de la
variedad. Un producto de la histórica Bodega Luigi Bosca “pensado para gustar”,
producido a gran escala y con un precio aún
bastante accesible. Propone aromas de frutas rojas -ciruelas, guindas- y
especias dulces; que continúan en una boca liviana y fluida, de entrada amable
y paso agradablemente frutal, con balanceada acidez, taninos "dulces" y
moderada persistencia. ¡Sin dudas, un Malbec apto para todo público!
Tempus
Alba Reserva Malbec 2014 ($190): Un Malbec sobrio y de
estilo clásico, elaborado por la pequeña bodega familiar Tempus Alba. Un
producto que combina uvas de viñedos en Lujan
de Cuyo y Valle de Uco para alcanzar una mayor complejidad, con vinificación tradicional y una breve crianza
en barricas de roble francés de segundo uso. El resultado es un vino elegante y
sumamente bebible, versátil para acompañar una gran variedad de preparaciones
culinarias. Ofrece una nariz discreta, que insinúa fragancias de violetas,
frutas en sazón -cerezas, frambuesas- y frutas desecadas -higos, pasas-; todo
enmarcado en suaves trazos tostados/ahumados aportados por la madera. En la
boca tiene cuerpo medio, textura sedosa y paso franco, redunda en sabores
maduros, con acidez equilibrada, taninos dóciles y grata permanencia. Un vino
que está en un precio muy conveniente, representando -según mi criterio- una interesante
inversión tanto para beber ahora mismo como para guardar sin inconvenientes 2 a 3 años. ¡Malbec de óptima relación precio-calidad, para comprar varias cajas!
Finca
Suarez Paraje Altamira Malbec 2014 ($190): Otro vino
sumamente atractivo por su valor de mercado, también vinificado en pequeña
escala por una bodega familiar. Se trata de un 100% Malbec proveniente del
Paraje Altamira (distrito al sur del Valle de Uco, de suelos aluvionales
calcáreos y clima frio), seguramente una de las zonas más cotizadas de Mendoza
actualmente por la calidad de las uvas que produce. Esta primera cosecha fue fermentada completamente
con levaduras indígenas, y añejada parcialmente (un 25% del vino) en barricas
francesas durante un año. El vino en cuestión tiene una paleta aromática intensa,
donde se intercalan perfumes de frutitas negras -zarzamoras, cassis- y especias
-clavo, anís, regaliz-; sobre un fondo marcadamente terroso/mineral. Al
probarlo tiene cuerpo medio, paso tirante y paladar fresco; remarca las
sensaciones afrutadas y terrosas, con una
acidez vivaz, taninos firmes y larga persistencia. ¡Otra muy buena compra,
quizás no para guardar pero si para disfrutar durante el próximo año!
Asa
Nisi Masa Malbec 2015 ($220): Un vino con una etiqueta y
un nombre extraños, que “no dirá mucho” a la mayoría de los bebedores, pero que
seguramente robará una enorme sonrisa a aquellos que sean fanáticos del cine de
Federico Fellini. Una novedad que está desembarcando en las vinotecas locales,
de la mano del proyecto “Mundo Reves” (pequeños lotes de vinos de gran calidad,
elaborados por los enólogos franceses Thibault Lepoutre y Quentin Pommier). En
este caso es un Malbec de estilo bien actual, juvenil y rebosante de frescura.
Explota en aromas de flores silvestres y frutas rojas en sazón; que sostienen
una boca jugosa, fluida y de paso suelto, con sabroso regusto frutado, acertada
acidez, taninos mansos y larguísima persistencia. ¿Por qué no volver a ver la
inolvidable cinta “8½”, con una copa de este exquisito vino en la mano?
Los
Helechos Malbec de Malbecs 2012 ($270): Un proyecto “jugado” del equipo
enológico de Bodega Estancia Mendoza -liderado por el prestigioso Ángel Mendoza-,
en el que por primera vez se animan a presentar un producto de alta gama. Ensamblando
uvas de varios productores del Valle de Uco, dan origen a este tinto que
“cumple perfecto” por el precio pagado. A la vista tiene un color violáceo de
capa alta. Nariz de perfil moderno, con recuerdos de bayas negras -arándanos,
moras-, especiados -regaliz, anís- e incluso balsámicos -mentol, eucaliptus-. En
la boca tiene silueta delgada y paso extremadamente fluido, entrada seca con puro
sabor de frutas ácidas, vibrante acidez, taninos suaves y placentero post-gusto
mentolado. ¡Un Malbec para beber varias copas!
Weinert
Malbec 2006 ($300): Un Malbec que “rompe el
paradigma” imperante, creado por la mano
experimentada -y paciente- del enólogo Huber Weber. Un producto hecho “a la antigua usanza”, con enología clásica
y prolongada crianza en enormes y añosos toneles de roble de Nancy (Francia).
Un vino absolutamente diferente a todos los otros que se mencionan en este
texto; sosegado, de gran finura y sorprendente longevidad. Ostenta ya una
década de vida, que se evidencia a la vista por su menisco de tonalidad caoba.
Al llevar la copa a la nariz aparecen evocaciones de frutas pasas -higos,
ciruelas- y secas –nueces-, hongos y hojas secas. En la boca es “puro
terciopelo”, pleno de tonos maduros y amaderados, con acidez perfectamente
calibrada, taninos bruñidos –por la estiba en botella- y permanencia muy
prolongada. ¡Una “joyita” de la vitivinicultura local, en un precio -a mi
entender- casi irrisorio!
¿Y para ustedes, cuales son sus Malbecs favoritos?
***** Esta nota fue publicada originalmente en la web amiga de Circuito Gastronómico *****