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Con un clima
impredecible y siempre cambiante -como ya nos tiene acostumbrados desde hace varios
meses-, parece que el otoño ha llegado finalmente a Córdoba.
A mi entender es la
estación del año más bella en la ciudad; la que invita a caminar sus calles en las
tardes tibias, cenar con amigos en las noches aún templadas y recorrer las
sierras en sus domingos soleados. Puede que algunos días el tiempo no acompañe,
y entonces será mejor quedarse en casa con una película…
Par disfrutar de este
otoño, siete vinos recomendados para todos los gustos y bolsillos:
La
Rioja Cinco Estrellas Torrontés Riojano 2013 ($30): Esta
selección arranca con una novedad que llegará en breve a las góndolas locales.
Un vino blanco sencillo y de precio más que acomodado, elaborado por la pequeña
bodega familiar Elías Hermanos (Vichigasta - Chilecito). Desde su nombre ya nos
lo dice todo, orgullosamente torrontés y riojano. Ofrece aromas florales y
frutales típicos de la cepa; más una boca liviana y fresca, de buena acidez y
persistencia breve. ¡Blanco para tener siempre en la heladera!
Santa
Julia Viognier 2013 ($38): No suele ser fácil encontrar
tipicidad varietal en los segmentos más bajos del mercado; sin embargo este
producto de Familia Zuccardi me sorprendió gratamente, pues por pocos pesos
regala todo lo que uno espera de la uva Viognier. Aromas florales, frutales de
carozo -damasco, durazno- y dejos herbáceos. Boca ligera y gustosa, de paso
cordial, con acidez vibrante y buena permanencia para el rango. ¡Un blanco muy
rico y con una relación precio-calidad óptima!
Dolium
Eco Estate Rosado de Malbec 2013 ($72): Un rosado
amable, frutado y fresco es siempre excelente opción para maridar una amplia
variedad de platos otoñales. Así es este novel producto de la línea joven de
Bodega Dolium. Un vino de aromática frutal limpia; con entrada de boca apenas
golosa, paso fluido, fresca acidez y persistencia media. ¡Exquisito rosado para
acompañar aperitivos y entradas frías!
Noble
de San Javier Blend 2013 ($66): Nuestra provincia tenía que
estar presente en esta selección, en este caso con un vino de Traslasierra. Un tinto
juvenil y sin contacto con roble, ideal para apreciar la calidad vitícola que
puede ofrecer el terruño cordobés. Elaborado con un ensamblaje de cuatro uvas
tintas -Cabernet, Malbec, Syrah y Merlot- cultivadas en la región por el
viticultor Nicolás Jascalevich; este producto sorprende por su vivacidad,
complejidad y estructura. Ofrece aromas frutales maduros, especiados y
levemente vegetales; unidos a una boca sabrosa y de cuerpo medio, acidez
balanceada, taninos firmes y moderada persistencia. ¡Quedan pocas botellas
disponibles, por lo que se justifica un viajecito de fin de semana hasta San
Javier para conseguir algunas!
Amauta
Absoluto Tannat 2012 ($80): La tendencia a elaborar vinos
genuinos y menos intervenidos viene pisando fuerte en nuestro país (de hecho,
ya he hablado de ellos el año pasado en la nota “Los vinos naturales”).
Convencido de las virtudes de este estilo de vinificación, el inquieto enólogo
Mariano Quiroga Adamo creó esta nueva línea de vinos para la bodega El Porvenir
de Cafayate. Con su variedad preferida -que “lo hace sufrir pero él igual la
ama” según sus textuales palabras- produjo este vino tinto libre de todo
artificio. Un Tannat que muestra el costado salvaje e intenso del cepaje; con
la bella rusticidad que le confiere el Valle Calchaquí. Tiene aromas
especiados, terrosos y algo empireumáticos -humo, brea, caucho-. Al probarlo es
corpulento e intenso, con los taninos rugosos y una permanencia media-larga.
¡Un Tannat en estado puro!
H.J.
Fabre Malbec-Merlot 2011 ($115): Hace algunas semanas,
hablé en otra nota de Fabre Montamayou, quien fuera una de las pioneras del
concepto de “bodega boutique” en nuestro país, allá por 2002. A fines del año
pasado presentó esta nueva línea de vinos bivarietales, de donde elegí el corte
Malbec-Merlot por ser el que más me gusta -y el que está más listo para
disfrutar ya-. Un tinto mendocino de paleta aromática compleja, con recuerdos
frutales maduros, herbáceos y algo lácticos. En boca se muestra elegante y
armónico, con entrada sabrosa pero bien seca, cuerpo medio y paso fluido
-gracias a su correcta acidez-, taninos apenas perceptibles y una larga
persistencia. Estoy seguro que el vino ganará mucha fineza con algunos meses de
estiba en botella, pero ya puede ser bebido con mucho deleite. ¡El maridaje
perfecto para platos de cabrito o cordero!
CarinaE
Chin-Chin Espumoso Brut Nature ($90): Dentro de un mercado
vitivinícola bastante conservador como
es el argentino, hay que ser osado -y sutilmente provocador- para ponerle este
nombre onomatopéyico a un vino espumoso. Esto han hecho Brigitte y Philippe Subrá,
el afable matrimonio francés que conduce la pequeña bodega maipucina CarinaE.
Un vino burbujeante extremadamente fácil de beber, vinificado por método
charmat (segunda fermentación en tanques). Tiene perfumes de frutas blancas y
sutiles recuerdos de levaduras; en la boca es liviano y vivaz, de acidez
refrescante, perlage pequeño y agradable permanencia. ¡Para hacer los brindis
más descontracturados!
¿Y para ustedes, cuáles
son sus vinos otoñales?
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Otoño en los viñedos del Valle de Calamuchita (Córdoba) |
*** Esta nota fue publicada originalmente en la web amiga de Circuito Gastronómico ***