viernes, 6 de marzo de 2020

LA UVA ISABELLA (Actualización 2020)

Gentileza: Ing. Agr. Daniela Mansilla
La uva Isabella es una variedad de origen americano, perteneciente a la familia de las “Vitis Labrusca” (nombre que le asignó el botánico sueco Carl von Linné a esta especie, para separarla de las demás vides europeas que llamó “viníferas” -que “hacen vino”-).

Su genealogía es algo incierta, aunque se cree que apareció en América del Norte por cruzamientos genéticos naturales de vides europeas llevadas por los primigenios colonos. La primera mención registrada de esta cepa corresponde al año 1816, fecha en la que el propietario de un vivero de South Carolina -o Delaware, según otros autores- la nombra como Isabella en honor a una bella mujer (Isabella Gibbs).

Es una uva con importante difusión mundial. En nuestro país también se la conoce como Frambua o Chinche. En varios países sudamericanos -como Colombia, Venezuela, México y Costa Rica- mantiene el nombre de Isabella.

Otras sinonimias alrededor del mundo son: Isabel (en Brasil, donde está la mayor superficie plantada con 13.000 ha), Bangalore Blue (en India, donde hay 5000 ha), Frutilla (Uruguay), Borgoña (Perú), Fragola (Italia), Alexander (EEUU), Framboisier (Francia) y Odessa (Georgia).

Es una variedad con carga alta de resveratrol en su hollejo; una sustancia que hoy está en estudio por sus grandes propiedades antioxidantes (se cree que podría ayudar a prevenir enfermedades cardiovasculares, Alzheimer e incluso cáncer).También posee una elevada cantidad de azucares naturales, minerales y vitaminas del grupo A, B, y C.

Historia

Los registros indican que llegó a desde América del Norte a Europa a través del Jardín Bótanico de Montpellier (Francia) -dirigido en ese entonces por el naturalista suizo Agustín Pyrame de Candolle- y desde allí comenzó su difusión al resto del viñedo galo.

Junto con esta cepa ingresaron a la región dos enfermedades de la vid que no se conocían hasta ese momento, el insecto de la filoxera (“Daktulosphaira vitifoliae” o “Phylloxera vastratix”) y el hongo del oidio (“Erysiphe necátor”). Lo interesante es que en ambos casos, la planta de Isabella es un portador sano, pues no sufre la enfermedad (aunque la transmite).

La invasión filoxérica se esparció rápidamente por el continente entre las vides sensibles a ella. Para la segunda mitad del siglo XIX, la plaga amenazaba con arrasar por completo el viñedo europeo. La solución terminó viniendo de la misma planta, pues se descubrió que sus raíces mostraban gran resistencia y funcionaban muy bien como “porta-injertos”.

Se estima que la uva Isabella arribó a la Argentina en 1878, en las valijas de los inmigrantes friulanos que fundaron lo que hoy es la ciudad de Colonia Caroya. Contó con una amplia difusión en el encepado nacional hasta mediados del siglo XX, principalmente en el Noroeste, la Mesopotamia y el centro del país.

Su proceso de erradicación definitiva -en principio, para plantar nuevas variedades “finas”- comenzó en los años 60´, con arranques masivos y/o reconversión de viñedos. 

Actualidad

Desde la década del 90´ solamente se conservan algunas plantaciones de importancia en Colonia Caroya (Córdoba), unos cuantos emprendimientos familiares minúsculos en la costa bonerense (Avellaneda, Ensenada y Berisso) y un viñedo experimental en Misiones.

Las estadísticas oficiales del Instituto Nacional de Vitivinicultura -a septiembre de 2019- mencionan una superficie implantada en el país de 65,2 hectáreas (40 ha en Colonia Caroya, 23.3 ha en Buenos Aires y 1.9 ha en Misiones).

Ampelografía
Gentileza: Wikipedia Commons

Es una planta muy productiva y vigorosa, con buena regularidad anual. Resiste bien el frío invernal así como el oidio, aunque es algo sensible al mildiu y black-rot.

Sus épocas de desborre y madurez suelen ser bastante tempranas, siendo siempre una de las primeras variedades en cosecharse (mediados a fines de febrero).

Tiene hojas medianas pentalobuladas, color verde opaco en su anverso y ligeramente blanquecino -y con pelitos suaves- en su reverso. El racimo es pequeño, poco compacto, con bayas grandes -pero de hollejo delgado- en una tonalidad violácea-azulada.

En los viñedos de Colonia Caroya incluso se han identificado dos clones de esta variedad. Uno de ellos es muy precoz y aromático, aunque de bajo grado alcohólico potencial -aprox. 11%-, que está listo para cosecharse casi 30 días antes que el otro, de maduración más lenta y que produce vinos algo más neutros y alcohólicos -hasta 12,5%-. También hay una mínima superficie -de 0,5 ha- con uva “Isabella Blanca”, pero su identificación ampelográfica aún no es definitiva.

Enología

Produce vinos ligeros y afrutados, de color rosado pálido de mediana a baja intensidad, con moderado tenor alcohólico, marcada acidez y taninos suaves. Las maceraciones durante el proceso de vinificación deben ser cortas, pues no es posible extraer demasiado color ni taninos -y se corre el riesgo de producir cantidades elevadas de metanol-.

Sus aromas recuerdan inmediatamente a uvas frescas y frutas rojas -frambuesas, frutillas, moras-; aunque también pueden aparecer recuerdos vegetales, terrosos y “foxy”*.

Históricamente, los vinos producidos con Isabella se comercializaban casi en su totalidad en la versión “amable” (o “amabile” en italiano), es decir con algunos gramos de azúcar residual. En la actualidad todavía se puede encontrar bastante este estilo dulzón, aunque algunos enólogos prefieren vinificarlo como un producto completamente seco.

Esta variedad además resulta muy interesante para consumo en fresco y para la producción de jugo de uvas fresco, debido a su alto rendimiento -ya mencionado-, así como a su exquisito sabor frutal  e interesante valor nutricional.

En Brasil se procesa en mermeladas y vinagres; en Italia también se recurre a ella para destilar grappas y licores, mientras que en Turquía se prefiere para confeccionar jarabes y cocinar especialidades -principalmente “sarmas”, niños envueltos en hojas de parra-.   

Gentileza: Ing. Agr. Daniela Mansilla
Producción

Según las estadísticas oficiales de la ultima vendimia (INV, 2019) se produjeron 233.300 kilogramos de uva Isabella en todo el territorio nacional. Estos números pueden parecer pequeños pero son alentadores, pues en la difícil cosecha 2016 la producción había caído a un mínimo histórico de apenas 61.000 kg.

Al no pertenecer a la familia de las “vitis viníferas” el Instituto Nacional de Vitivinicultura no permite usar este cepaje para la elaboración comercial de vinos. Sin embargo, las zonas mencionadas anteriormente -en el apartado historia- cuentan con una excepción legal, debido a su extensa tradición utilizando la variedad.        

Indama Exotic Wine Rosado de Isabella 2019 ($300)

Gentileza: Juan Cruz Borsotti
Un novedoso rosado de la variedad Isabella, que termina de derribar el mito que con esta cepa no se pueden hacer vinos de calidad. Está elaborado por el experimentado "duo dinámico" formado por la Ingeniera Agrónoma Daniela Mansilla y en enólogo Gabriel Campana en la Bodega Terra Camiare (Colonia Caroya). Es un producto de color rosado intenso; su nariz es fragante y bien típica -frambuesas, frutillas y trazos vegetales-, en la boca tiene cuerpo medio, dulzor leve (unos de 8 g/l azúcar), correcta acidez y persistencia media. ¡Perfecto para servir con aperitivos o postres!

--------------------
“foxy” o “foxé” corresponde a una sensación olfativa algo difícil de definir -pero bastante usual en los caldos producidos con vides americanas- derivada de una sustancia presente en ellas llamada antranilato de metilo -fórmula química C8H9NO2-, que puede asociarse con recuerdos olfativos de frutas en conserva, mermeladas, solventes e incluso ciertas notas “animales”: cuero, almizcle, carne de caza. Para muchos profesionales -y consumidores- constituye un olor desagradable, máxime cuando está presente en cantidades elevadas. Afortunadamente, con una buena viticultura -y elaboración- se puede atenuar sensiblemente esta cualidad aromática.

10 comentarios:

  1. Excelente nota Roberto, te felicito. Afortunadamente hay una reacciòn a esta injusta discriminaciòn. En Francia ya existe un movimiento importante de reinvidicaciòn de las vides prohibidas:
    https://es.vitis-prohibita.com/

    ResponderEliminar
  2. Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.

    ResponderEliminar
  3. Ante todo, quería agradecerle toda la información sobre esta variedad de la cual tenía muy poco conocimiento. Y felicitarlo por toda la información útil que brinda en este blog. Soy estudiante de sommelier.

    ResponderEliminar
  4. Gracias Roberto ! Me fue muy útil encontrar esta data! Tuki

    ResponderEliminar
  5. Yo te estoy sorprendido de este vino! !a mi me vino recuerdo en su aroma a mi niñes con un fruto muy particular el pisingallo!! Un sabor y aromas únicos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegra haber traído un grato recuerdo !!
      Gracias por pasar a comentar en el blog.
      Saludos. Roberto

      Eliminar
  6. Muy buena nota, mi padre nacido en Colonia Tirolesa, consumía habitualmente el frambua, que compraba en damajuanas de 10 litros a sus amigos tanto de Tirolesa como de Caroya, por esa costumbre, hoy en mi casa, jamás falta un amabile.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hay que mantener las tradiciones !!
      Gracias por pasar a comentar en el blog.
      Saludos. Roberto

      Eliminar