“Uno vuelve siempre, a los bellos sitios, donde amó la vida” (A. Tejada
Gómez)
Luego de ocho meses de total inactividad, vuelvo por el blog. Ha sido un año difícil, en lo personal y en lo laboral. La tesis de grado de licenciatura y el trabajo -que
agradezco- me han tenido corriendo todo este tiempo (confieso que aún no rendí la
tesis, pero ya está casi lista… jeje).
Aquí estoy nuevamente. Si bien no escribí notas, estuve pensando bastante en
como seguir adelante con este hobby. Tengo claro que la comunicación del
vino hoy pasa por canales diferentes, que los blogs han quedado casi como
reliquias, como piezas de museo…
Mal que me pese -pues disfruto de la buena lectura, con prosa de calidad
para disfrutar pausadamente-, me doy cuenta que hoy la forma de llegar al
lector es con textos breves, fragmentados, con imágenes y recomendaciones
puntuales.
Por ello, he ideado una serie de publicaciones cortas, con recomendaciones
de vinos (algo que me piden todos mis amigos, e incluso los
seguidores en redes sociales).
El “click final” para estas notas lo tuve hace un par de días, cuando un amigo
querido me pidió una lista con todos los mejores Syrah de Argentina, lo que me obligó
a revisar todos mis archivos y notas de cata para armarle el ranking. De allí
nace el primero de los textos: “Syrah en 2 x 4” (que subiré al blog en breve).
El titulo de los textos hace referencia a un descubrimiento que hice en estos
meses, que fue el Tango Argentino. Si bien siempre escuché toda música nacional,
ni el tango -ni el folclore- me habían llamado la atención como géneros. Recién
después de la pandemia, pero sobre todo en este último tiempo, he descubierto
un mundo nuevo musical.
Dicho esto, les agradezco la paciencia.
Si todo sale bien, nos empezaremos a ver más seguido por el blog.
¡SALUD!