Como “no puedo con mi
genio”, y los vinos no son sólo mi trabajo sino también mi pasión, aproveché el receso invernal para visitar Asunción e investigar un poco
sobre los vinos paraguayos.
Afortunadamente, mi esposa comparte conmigo el placer de viajar, así que fue muy sencillo coordinar el viaje.
Afortunadamente, mi esposa comparte conmigo el placer de viajar, así que fue muy sencillo coordinar el viaje.
Aquí una breve reseña
de lo que pude averiguar y probar. Seguramente hay más para decir de los
vinos “guaraníes”, pero eso requerirá de nuevas visitas…
Breve historia del vino paraguayo:
Verdaderamente, no hay
mucha información sobre los vinos del Paraguay. Antes de viajar -e incluso
después- estuve buscando en la web, pero es muy poco lo que hay disponible.
Se sabe que la vid y el
vino llegaron al actual territorio de Paraguay con los sacerdotes Jesuitas.
Algunos registros documentales del siglo XVIII mencionan la importancia de la industria
enológica en el país durante ese período. Tan grande parece haber sido la
escala de producción -al menos para la época- que los vinos paraguayos incluso
llegaron a abastecer a la Ciudad de Buenos Aires colonial.
La infausta Guerra de
la Triple Alianza (1864-1870), con su reguero de muerte y destrucción, devastó
la economía nacional poniendo fin a la incipiente producción vitivinícola
paraguaya.
Recién para 1908 un
inmigrante alemán llamado Carlos Voigt intenta nuevamente la industrialización
del vino, instalándose en el departamento de Guairá (centro-este del país) e importando
viduños desde Brasil y Europa. Aunque no tuvo el éxito esperado, debido
principalmente a la inestabilidad política y económica de ese período histórico,
se lo sigue considerando el “padre” del vino paraguayo.
Otro compatriota
germano llamado Werner Siebold Ereck retomó la vitivinicultura en los años 40`,
con algo más de suerte que su antecesor. Logró aclimatar nuevos cepajes finos al
clima paraguayo, obteniendo productos de notable calidad.
Desafortunadamente, los
vaivenes de la economía -asociados básicamente a los golpes de estado y
gobiernos de facto que se sucedieron entre las décadas del 60`y 90`-
desalentaron la producción agroindustrial, haciendo que se abandonen la mayoría
de los viñedos.
Con la anhelada vuelta
a la democracia, en la última década del siglo XX, se comienza la recuperación
de la industria del vino paraguayo. No hay registros oficiales, pero se dice
que para esta época llego a haber 3000 hectáreas de vides.
El
vino en Paraguay hoy:
No he podido encontrar
estadísticas oficiales sobre la superficie implantada ni la producción nacional.
Por comentarios de productores, aparentemente existirían apenas 150 hectáreas
plantadas, que podrían llegar a dar este año 480.000 kg de uvas.
Los viñedos están
concentrados en las localidades de Yegros, La Colmena y Colonia Independencia
(departamentos de Caazapá, Paraguarí y Guairá, al centro-este del país). La
mayor parte de la producción está manejada por bodegas cooperativas, que
elaboran solamente vinos comunes.
Hasta donde pude
investigar, sólo el inmigrante alemán Gerhard Bühler se ha propuesto explotar
el potencial vitivinícola del Paraguay. Desde 1997 trabaja incansablemente para
elaborar vinos de buena calidad aún con las limitaciones agro-ecológicas que le
impone el terruño (baja altura sobre el nivel del mar, suelos ricos en materia
orgánica, altas temperaturas, régimen de lluvia abundante).
Es difícil hablar de
calidad de las añadas en una zona tan novel, aunque se dice que las cosechas
2002 y 2008 fueron las mejores de las que se tiene registro.
Consumo
de vinos:
Con Alejandro Sciscioli, de Parawines.com |
Solamente para
comparar, se menciona que el consumo de cerveza sobrepasa los 43 litros/habitante/año.
El vino paraguayo
representa un pobre 12% del consumo total de vino del país. El otro 88% de la
demanda interna se satisface con la importación. Las góndolas de las vinotecas rebosan
de vinos de todo el mundo. La libertad cambiaria y los regímenes aduaneros
flexibles hacen que los vinos extranjeros sean muy accesibles. Incluso los supermercados
y almacenes ofrecen una variada selección de etiquetas internacionales.
Según Alejandro Sciscioli,
editor de Parawines.com y gran conocedor local, las importaciones de vino las
lidera Argentina con un 50% de participación en volumen, le sigue Chile con un 30% y el resto del mundo se reparte el último 20% (Francia, Italia, España, Brasil). Si consideramos las importaciones en valor monetario, en este caso
Chile supera levemente a la Argentina.
Sinceramente, los vinos
comunes paraguayos dejan bastante que desear. Son abocados, de aromas
indefinidos, con alta acidez y cierto desbalance en sus taninos. Por lo que
pude indagar de manera “empírica” entre los consumidores (taxistas,
dependientes de comercios, choferes de ómnibus, personal del hotel, etc.), los
vinos locales no son muy apreciados. La mayoría indicó que prefería siempre
adquirir vinos importados, aún en precios más altos. Quienes reconocieron beber
los vinos del país, mencionaron que usualmente los consumen mezclados con jugos
o gaseosas, en lo que llaman “juguito”.
Gerhard
Bühler:
Con Gerhard Bühler y amigo |
Gerhard Bühler, ó el “alemán
loco” como escuche a alguien por allí, es el responsable de producir los únicos
vinos de calidad que ofrece hoy la República de Paraguay.
Gerhard es un hombre
grandote y rubio. Tiene el hablar pausado y el trato cordial, así como una
vitalidad y optimismo realmente envidiables. Al conocerlo un poco más, se
descubre su personalidad sencilla y su gran sentido del humor.
Jubilado de Deutsche
Telekom AG, podría haber optado por un plácido retiro en las soleadas costas
del Levante español; pero en vez de ello, decidió instalarse en solitario en el
interior del país. Con la disciplina y tozudez característica del pueblo
teutón, Gerhard ha decidido dedicar sus últimos años a la industria
vitivinícola.
Llegó a Paraguay a mediados
de los 90` por recomendación médica (debido a sus problemas lumbares). En el
año 1997 adquirió una pequeña finca en la zona de Colonia Independencia, que ya
contaba con algunas hileras de viñedo. Comenzó a elaborar sus propios vinos en
1998, comprando uvas a terceros en las primeras cosechas.
Mientras tanto, se hizo
traer sarmientos desde su tierra natal (de cepajes como Riesling, Sylvaner, Dörnfelder,
etc.) para experimentar con su aclimatación. En la actualidad posee 2 hectáreas
propias implantadas con uvas finas, que le permiten vinificar unas 4000
botellas al año -y vender también algo de uva a otras cooperativas de la región-.
Con una predisposición
y desinterés que merecen ser destacados, Gerhard dedicó un día entero para
llegarse hasta Asunción y hacerme probar sus vinos. Manejó casi 200 km -más
otro tanto luego para volver- solamente para que yo descubriera sus productos.
¡Sin dudas un acto de generosidad enorme, que no olvidaré fácilmente y
espero poder devolver en algún momento!
Los
vinos Bühler:
Los vinos Bühler
(originalmente llamados “Vista Alegre”, aunque nadie los pedía por ese nombre)
son productos sencillos y honestos, de elaboración 100% natural. Sólo se
comercializan en la bodega y sus alrededores, a un precio aproximado de U$D 10.
A pesar de estar vinificados
de manera casi artesanal y en pequeña escala, muestran una buena calidad y
ausencia de defectos (al menos en las muestras que yo pude probar).
Los vinos catados
comparten ciertas características particulares, que podríamos asociar al
terruño (como ya mencionáramos, la zona de producción impone variados desafíos
climáticos). Destacan como seña particular en todos los casos su cuerpo ligero,
color tenue, marcada acidez, moderado grado alcohólico (12%) y ciertos aromas
“foxy”.
Mis notas de cata fueron las siguientes:
Bühler
Blanco 2014 (Corte de Riesling, Sylvaner y otras
cepas blancas): Color amarillo subido, con reflejos dorados. Aromas sencillos y
directos, entre herbáceos y resinosos. Liviano en boca, elevada acidez, sutil
amargor final y persistencia breve.
Bühler
Blanco 2002 (Corte similar al anterior, botella
guardada): Muy interesante. Color dorado ambarino. Aromas limpios con recuerdos
de miel, nueces y pasas de uva. Boca estructurada, sabrosa y plena, acidez
perfectamente integrada y larga permanencia.
Bühler
Moscatel 2013: Color amarillo pálido, con reflejos
verdosos. Liviano y muy fragante, con reminiscencias florales, frutales y resinosas.
Sencillo y veloz en boca, levemente dulce pero con la acidez que balancea y lo
hace muy bebible.
Bühler
Dörnfelder 2014: Color rojo violáceo de mediana intensidad. Aromas algo indefinidos, que
se mueven entre lo terroso y especiado. Simple y fluido en boca, con sabores
frutados, acidez vivaz, taninos imperceptibles y persistencia media.
Bühler
Cabernet Sauvignon 2014: Otro vino bastante interesante, que
ofrece además una buena tipicidad varietal. Color rojo intenso. Evocaciones
especiadas, minerales y algo de frutas pasas. Agradable y sencillo en la boca,
de sabor levemente “picante”, con acidez presente, taninos apenas rugosos y
moderada permanencia.
Bühler
Cabernet Sauvignon 2008 (Botella guardada. Según su autor,
el mejor vino que logro elaborar hasta el presente. Ostenta en la etiqueta una medalla
de plata del prestigioso concurso “Berliner Wein Trophy 2010”, siendo
actualmente el único vino paraguayo premiado en una competición internacional).
Color rojo profundo, de ribetes amarronados que denotan su evolución. Aromas de
envejecimiento, con reminiscencias especiadas y de frutas secas. Potente en la
boca, de paso franco y buen grado alcohólico (13,8%), redunda en sabores
maduros, con acidez perfectamente integrada y taninos firmes que sostienen una
larga persistencia.
¡Una experiencia muy enriquecedora,
que quedará guardada largo tiempo en mi paladar!
Conclusiones:
Sin caer en el falso
positivismo, creo que Paraguay tiene hoy todas las condiciones para que su industria vitivinícola
florezca.
El consumo per cápita está en claro aumento; la producción nacional representa un pequeño porcentaje del consumo, por lo que un crecimiento cuantitativo -y cualitativo- de la misma podría llegar a sustituir parte de las importaciones; y, por sobre todo, hay abundante tierra y mano de obra disponible.
El consumo per cápita está en claro aumento; la producción nacional representa un pequeño porcentaje del consumo, por lo que un crecimiento cuantitativo -y cualitativo- de la misma podría llegar a sustituir parte de las importaciones; y, por sobre todo, hay abundante tierra y mano de obra disponible.
Los próximos años dirán
si estoy en lo correcto. Espero poder volver allí para cronicar que esto ha
sucedido. ¡Salud al vino de Paraguay!
Referencias
Bibliográficas:
- Bühler, Gerard. “La
producción de vinos en Paraguay”. Diario ABC Color [versión digital, consultada
el 06/08/2015]. Disponible en internet: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/abc-rural/la-produccion-de-vinos-en-paraguay-1007014.html
- ICEX (Instituto del Comercio Internacional).“El mercado del vino en Paraguay 2014”. OEMV (Observatorio Español del Mercado del Vino). [versión digital, consultada el 06/08/2015].
Disponible en internet: http://www.oemv.es/esp/el-mercado-del-vino-en-paraguay-2014-icex-1107k.php
- S/D. “15% crece consumo de vinos Premium”. Diario ABC Color [versión digital, consultada el 06/08/2015].
Disponible en internet: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/empresas-y-negocios/15--crece-consumo-de-vinos-premium-625089.html
- S/D. “Vino de Colonia
Independencia gana en un concurso de Alemania”. Diario Última Hora [versión digital, consultada el 06/08/2015].
Disponible en internet: http://www.ultimahora.com/vino-colonia-independencia-gana-un-concurso-alemania-n326775.html
-
Ulderico Abraham Tommen. “La producción de vinos en Paraguay”. Diario ABC Color [versión digital, consultada
el 06/08/2015]. Disponible en internet: http://www.abc.com.py/edicion-impresa/suplementos/abc-rural/la-produccion-de-vinos-en-paraguay-1007015.html
OTRAS NOTAS RELACIONADAS:
Buenísimo todo, siempre quise averiguar o tuve la duda si Paraguay elaboraba o no vinos, sobre todo en un país que importa grandes cantidades de todo el mundo y tiene un clima bastante complicado. De hecho, compré vinos de la India hace años en Ciudad del Este. Muy interesante como juegan con sylvaner.
ResponderEliminarSaludos y un gran abrazo.
Alvaro Tello
ALVARO:
EliminarUn verdadero honor que pases a comentar por mi Blog !!
Pues así como lo lees, esto es todo lo que ofrece Paraguay hoy en materia vitivinícola !! El clima no acompaña demasiado la producción... y la facilidad para acceder a vinos de todo el mundo supongo que también desalienta el desarrollo local. Habrá que dejar pasar unos años y volver a investigar...
Muchas Gracias por tu visita !!
Abrazo cordial desde Córdoba.
ROBERTO
Qué buena data Roberto! Gracias por publicar!!
ResponderEliminarQuerido CUERVO:
EliminarGracias a vos por leer y comentar !!
Abrazo. ROBERTO
Excelente información, se aproxima día del padre y me gustaría regalar un buen vino al mío, soy de Asunción (Paraguay) y en una ocasión me había comentado que el la ciudad de Villarrica había de gustado un delicioso vino de producción Nacional que solamente se vende esa zona, no recuerda la marca de ese vino y haciendo averiguaciones me encontré con este blog. Iré a visitar la bodega del Sr Buhler. Muchas gracias
ResponderEliminarMuy interesante la información. Felicitaciones!
ResponderEliminarMuy buenas tardes, estoy queriendo rescatar la mayor cantidad de cepas posibles en Paraguay, pero me encuentro que nadie tiene conocimiento que variedad tiene sembrado, menos si son de mesa o para producción de vinos, mi propósito es el rescate y la puesta en valor de las razas de uvas recipientes en mi zona, agradeceré si pudiera darme algún pdf que me ayude a descubrir las variedades. Muchas Gracias.
ResponderEliminarAh sobre la bodega Gerard Bülher cerro definitivamente su fábrica es una de las mayores perdidas para nosotros que amamos el buen vino.