miércoles, 30 de julio de 2014

NUEVE VINOS APTOS PARA TODOS LOS BOLSILLOS:

www.winefolly.com
Quienes me leen con asiduidad saben de mi predilección por escribir este tipo de notas, las que repito siempre tres o cuatro veces por año; pues me enorgullece profundamente que la industria vitivinícola nacional pueda ofrecer productos de destacada calidad en todos los escalones de precios del mercado.

En esta oportunidad tengo que agradecer especialmente la colaboración de dos amigos, quienes me recomendaron sendos vinos económicos que no conocía y que -luego de ser degustados y disfrutados- forman parte de esta selección.

Si andan buscando vinos aptos para todos los bolsillos, aquí algunas de mis sugerencias:

Santa Sylvia Torrontés-Viognier S/A ($21,50): Un vino sanjuanino sencillo de hallar en el supermercado e ideal para disfrutar en la mesa diaria. Un bi-varietal blanco de perfil fresco y frutado; con boca veloz, correcta acidez y persistencia breve. ¿Qué más querés por esa plata?

Santa Julia Pinot Gris 2013 ($38): Otro blanco amigable al paladar, en un segmento de precios bastante acomodado. Un vino de aromática cítrica y levemente herbal; con una boca sabrosa y liviana, de refrescante acidez y persistencia media. ¡Un blanco rico, que  agradará a todo el mundo!

Pircas Negras Torrontés Riojano 2013 ($41): Novedad de la Cooperativa Vitivinícola La Riojana, esta vez en una línea de vinos orgánicos certificados. Un torrontés simple y muy agradable de beber. Tiene nítidos aromas florales y frutados, boca ligera y vivaz, correcta acidez, alcohol moderado y permanencia moderada. ¡Excelente para la copa del aperitivo o para acompañar unas rabas! 

Colón Clásico Tinto S/A ($22): El popular “Borgoña” de la bodega sanjuanina Colón, ahora correctamente etiquetado como “tinto”. Un vino elemental, joven y etéreo, con aromas/sabores frutales, acidez ajustada y taninos imperceptibles. ¡Buen tinto para el consumo frecuente, por muy pocos pesos!

Omnium Malbec 2013 ($35): Esta línea de entrada de la bodega Viniterra ofrece vinos  varietales bien logrados, en un precio muy lógico. Tal es el caso de este jovial malbec mendocino, que brinda una correcta nariz de aromas frutales y especiados; unidos a una boca grácil y vivaz, de sabor frutado, con buena acidez, taninos delicados y moderada permanencia. ¡Malbec amable y sencillo, ideal para la mesa familiar!

Finca La Delfina Cabernet Sauvignon S/A ($39): Un “tapado” absoluto, elaborado por la antigua bodega Rubino en Guaymallén (Mendoza). Quizás nunca hubiese llegado a probarlo, si no fuera por la recomendación de un amigo de Jesús María. Un tinto de precio módico y diáfana tipicidad varietal, con aromas de frutas negras, especias -clavo, pimienta- y dejos terrosos. En la boca es sabroso y fluido, de cuerpo medio, repite sensaciones frutales y algo picantes, con acidez calibrada, taninos apenas rugosos y persistencia media. ¡Cabernet Sauvignon perfecto para llevar a un asado multitudinario!

Vía Libre Syrah-Malbec 2013 ($44): Me sorprendió gratamente este tinto mendocino recomendado por un colega, por su complejidad y estructura superior a lo que se espera usualmente en este rango. Un vino de nariz sugerente, que combina aromas frutales maduros con dejos “golosos” -vainilla, cacao- aportados por el breve contacto con roble. Al probarlo nos ofrece una boca de cuerpo medio y trago amable, donde se repiten las sensaciones maduras, con acidez perfectamente calibrada, taninos suaves y post-gusto prolongado. ¡Un tinto cumplidor, para sorprender a los amigos sin gastar demasiado!

López Dulce Natural 2013 ($45): La tradicional bodega mendocina López ha sacado a la venta -por primera vez en su historia- un vino dulce. Una verdadera exquisitez, elaborado con un corte de uvas Moscatel y Torrontés. Un blanco bastante austero en nariz -en línea con el estilo de la casa-, con suaves aromas florales y de uvas frescas. En la boca tiene su punto más alto; con bajo tenor alcohólico y un dulzor frutal marcado que se contrapesa sabiamente con una acidez refrescante, para dar como resultado un vino sumamente armónico y bebible. Para su mayor disfrute, debe ser servido bien frío. ¡Dulzón pero fresco, un blanco que invita a beber copa tras copa!

Dilema Espumoso Dulce Natural Rosado ($48): Los vinos dulces con burbujas han mostrado un crecimiento exponencial en el último año, siendo uno de los segmentos del mercado vitivinícola nacional que más ha crecido. Siguiendo esta tendencia, la bodega Estancia Mendoza presenta este espumoso rosado juvenil, goloso y descontracturado. Un vino efervescente de aromas frutales limpios; acompañados de una boca vaporosa y vivaz, con dulzor moderado, equilibrada acidez y burbujas pequeñas. ¡Vino espumoso de excelente relación calidad-precio, para nunca dejar de brindar!

¿Buscan más vinos accesibles a todos los presupuestos? No dejen de re-leer: Vinos baratos y cumplidoresTrece vinos para todos los díasDoce vinos para pasar el inviernoOnce vinos post-vacaciones y Vino con poca plata.

**** Esta nota fue publicada originalmente en la web amiga de Circuito Gastronómico ****

domingo, 27 de julio de 2014

¿QUÉ TOMAR CON LA PICADA?

www.bardepicadas.com

La picada, esa costumbre tan nuestra -aunque heredada de nuestros abuelos inmigrantes- permite una gran diversidad de elecciones a la hora de la bebida.

Los vermouths son la opción más tradicional, preparados al gusto de cada comensal (con fernet, con soda, con jugo de cítricos, con gaseosa tónica). Los sabores amarguitos y herbáceos propios de estas bebidas maceradas son excelentes para “abrir el apetito”.

La cerveza también es una opción válida. Liviana, fresca y de sabor amargo, acompaña sobriamente una gran cantidad de preparaciones típicas de la picada -y es ideal para los  escabeches y pickles, que son difíciles de combinar con otras bebidas-. Se le reconoce al lúpulo (la flor que se utiliza para amargar la cerveza) la propiedad de ser un excelente digestivo.

Finalmente, si la picada es sólo de fiambres y quesos, sin dudas el vino es la mejor opción. Un tinto de cuerpo medio, con poco añejamiento en roble irá perfecto para el maridaje; permitiendo incluso seguir luego en la comida con el mismo vino si se desea.

*** Esta nota fue publicada originalmente en la edición impresa del diario La Voz del Interior ***

miércoles, 23 de julio de 2014

LA FRASE QUE HOY VINO (XXVII)

Ayer descubrí estas hermosísimas "Coplas del Vino" del poeta chileno Nicanor Parra: 
Nervioso, pero sin duelo
a toda la concurrencia
por la mala voz suplico
perdón y condescendencia.

Con mi cara de ataúd
y mis mariposas viejas
yo también me hago presente
en esta solemne fiesta.

¿Hay algo, pregunto yo
más noble que una botella
de vino bien conversado
entre dos almas gemelas?

El vino tiene un poder
que admira y que desconcierta
transmuta la nieve en fuego
y al fuego lo vuelve piedra.

El vino es todo, es el mar
las botas de veinte leguas
la alfombra mágica, el sol
el loro de siete lenguas.

Algunos toman por sed
otros por olvidar deudas
y yo por ver lagartijas
y sapos en las estrellas.

El hombre que no se bebe
su copa sanguinolenta
no puede ser, creo yo
cristiano de buena cepa.

El vino puede tomarse
en lata, cristal o greda
pero es mejor en copihue
en fucsia o en azucena.

El pobre toma su trago
para compensar las deudas
que no se pueden pagar
con lágrimas ni con huelgas.

Si me dieran a elegir
entre diamantes y perlas
yo elegiría un racimo
de uvas blancas y negras.

El ciego con una copa
ve chispas y ve centellas
y el cojo de nacimiento
se pone a bailar la cueca.

El vino cuando se bebe
con inspiración sincera
sólo puede compararse
al beso de una doncella.

Por todo lo cual levanto
mi copa al sol de la noche
y bebo el vino sagrado
que hermana los corazones.



Nicanor Parra Sandoval: Poeta, matemático y físico chileno (1914)

viernes, 11 de julio de 2014

LA FRASE QUE HOY VINO (XXVI)

El más famoso de los "escritores malditos" del siglo XIX, nos deja esta sabia recomendación: 

"El vino se parece al hombre: nunca se sabe hasta que punto se le puede apreciar o despreciar, amar u odiar; ni cuantos actos sublimes o crímenes monstruosos es capaz de realizar. No seamos, entonces, más crueles con él que con nosotros mismos y tratémosle como un igual"

Charles Pierre Baudelaire: Poeta, traductor y crítico de arte francés (1821-1867)

martes, 8 de julio de 2014

LA FRASE QUE HOY VINO (XXV)

Otra frase que menciona al vino y realmente me hace sonreir cada vez que la leo. Está extraída y adaptada de un extraño volumen del siglo XVIII llamado "Ebrietatis Encomium or The Praise of Drunkenness", donde un casi ignoto escritor franco-holandés llamado Albert-Henri de Sallengre nos propone las reglas para que la embriaguez sea aceptable:

"Jamás se debe obligar a nadie a beber; y no es defendible más que aquel que se emborracha con escasa frecuencia, en buena compañía, con buenos vinos y sin hacer escándalo".


jueves, 3 de julio de 2014

COLONIA CAROYA Y SUS VINOS:

www.visitingargentina.com
La ciudad de Colonia Caroya -y sus alrededores- atesoran una extensa historia vitivinícola, quizás de las más antiguas e interesantes de nuestro país.

La Compañía de Jesús comenzó la producción de vino en las primeras décadas del siglo XVII; principalmente para abastecer la demanda de sus propiedades, pero también para comerciar. Esta industria pre-virreinal floreció hasta mediados del siglo XVIII, donde la   Orden Jesuítica fue expulsada de los territorios de la Corona Española.

Debió pasar más de un siglo, hasta que en 1878 una fuerte oleada migratoria de origen italiano -friulanos principalmente- se instalaron en la zona, rescatando del olvido las viejas plantaciones y aportando los nuevos conocimientos y maquinarias llegadas desde Europa. Este primer contingente -traído por Nicolás Avellaneda- funda la actual ciudad. La fuerza de trabajo y el tesón inquebrantable de los “gringos” forjaron una importante actividad productiva, que se mantuvo a pesar de los avatares económicos y políticos que sufrió el país durante su historia.

La localidad conoció épocas de máximo esplendor -como en los primeros años de la década del 70´- donde los habitantes tenían uno de los ingresos per-cápita más altos del mundo. Para esa época, había 1500 ha implantadas con vides y la Bodega Cooperativa molía más de 16.000.000 de kilos de uva. Pero también sufrió su destino más aciago, con las violentas granizadas de los años 1974-1975 y 1985, que devastaron su producción agroindustrial -y por ende su economía regional-.  

La recuperación insumió casi dos décadas; pero desde medidos de los noventa -y aún más en estos primeros años del nuevo siglo-, la zona muestra orgullosa su reconversión productiva. Esta nueva etapa viene liderada por algunos empresarios -como la familia Tay en La Caroyense, pero sobre todo por los pequeños productores artesanales. Son estos nietos de inmigrantes, que están dispuestos a poner su cuerpo -y su alma- para recuperar las tradiciones de sus “nonnos”, los que van a escribir un nuevo capítulo en la historia de la vitivinicultura de Córdoba.

Si quieren conocer algo de lo que se está produciendo actualmente en Colonia Caroya, aquí seis sugerencias de buena calidad y precio accesible: 

Don Coco Blanco S/A ($45): El clima de la zona no es sencillo para la producción de vinos blancos. Sin embargo se encuentran algunas excepciones, como este notable producto casero elaborado en pequeña escala -unas 500 botellas- por el incansable viticultor Jorge Silvestri. Un corte de uvas chardonnay y sauvignon blanc que dan origen a un vino simple y vivaz, que regala aromas de frutas blancas -y trazos herbáceos-, sumados a una boca sabrosa, de fresca acidez y buena persistencia para el rango. ¡Blanco ideal para “limpiar la boca”, junto a una bagnacauda o fondue de queso!

Cavas de Caroya Pinot Noir-Merlot S/A ($25): Un tinto sencillo, de perfil joven y frutado, sumamente facil de beber. Lo vinifica la Bodega La Caroyense sólo con uvas locales, así que representa fielmente el espíritu de los vinos mediterráneos tradicionales. Recomiendo beberlo ligeramente refrescado para su mayor disfrute. ¡Perfecto con una picadita de salame y quesos!

Finca 43ª Merlot S/A ($40): Un buen vino varietal elaborado por los jóvenes hermanos Javier y Franco Schiavoni, utilizando uvas de la pequeña finca familiar -de apenas 1,5 hectáreas-. Un tinto casero que sorprende por su limpidez de aromas y sabores. De nariz frutal madura y levemente vegetal; acompaña con una boca liviana y veloz, de paso franco, alcohol moderado, correcta acidez y taninos pulidos que sostienen una breve persistencia. ¡Rico vino para acompañar un asado dominguero!

Don Coco Frambua S/A ($45): La uva Frambua -también llamada Isabella o Chinche- es un emblema de los vinos caroyenses, pues la región es una de las pocas donde su uso continúa autorizado -debido a su larga tradición de uso-. A pesar de ello, seguramente por modas o apreciaciones erróneas- la variedad fue casi erradicada de los viñedos durante las décadas de los 80´y 90´. Afortunadamente algunos productores con visión protegieron las plantaciones puras de la cepa, para dar origen a vinos únicos como este. Un tinto muy singular, de baja intensidad colorante y nariz inconfundible. Sus aromas son frutales nítidos -frambuesas, frutillas-, con algunos dejos herbales, ahumados e incluso “animales” (característicos de la variedad). En la boca es ligero y fluido, repite sensaciones frutales, con acidez marcada, taninos imperceptibles y un típico amarguito final. ¡Un vino diferente, que puede o no gustar pero es imprescindible de probar!    

Caroyense Piú Pinot Noir ($55): Uno de los pocos vinos espumosos de producción local, vinificado pacientemente por el experimentado enólogo Santiago Carlos Lauret. Está elaborado con uvas Pinot Noir de la zona, utilizando el método tradicional -con ocho meses de reposo sobre sus lías-. El resultado es una verdadera rareza; un tinto burbujeante de intenso color violáceo, nariz de frutas ácidas y levaduras, seguido de una boca agradablemente seca, fresca y con burbujas pequeñas. Un producto realmente bien logrado, que sorprende gratamente pues no hay muchos exponentes de este estilo de espumosos en el mercado nacional. Lo imagino ideal para maridar postres o chocolates, en estás frías noches del invierno que comienza. ¡Vale la pena el viaje hasta la bodega para comprar unas botellas!

Finca 43ª Merlot Dulce Natural S/A ($65): Me encanta poder sorprenderme con la innovación aún en la pequeña escala de la producción artesanal. El mejor ejemplo es este vino casero, del que se hicieron algo menos de 200 botellas. Un tinto dulce natural elaborado con uvas semi-pasificadas -cosechadas un mes más tarde de lo habitual- y un breve contacto con madera de roble. Ofrece sensaciones aromáticas muy golosas; como frutas pasas, café tostado o chocolate. Sin embargo, al probarlo tiene un dulzor suave y agradable, que se balancea sabiamente con la acidez y los taninos apenas rugosos; dando lugar a un vino exquisito para la sobremesa o el café. ¡Otro producto que justifica llegarse hasta Colonia Caroya un fin de semana, pues se agotará en breve! 

¿Habían probado alguno de estos vinos? ¿Conocen algún otro producto de la región?

www.argentinosencasa.com
**** Esta nota fue publicada originalmente en la web amiga de Circuito Gastronómico ****