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¡En estos tórridos días,
en que el mercurio parece querer salirse de los termómetros, nada mejor que refrescarse
bebiendo vinos rosados!
Sin dudas estos
productos ofrecen frescura cuando el cuerpo más lo necesita, ayudando a sobrellevar
los cálidos días veraniegos. Su versatilidad y aceptación los hace perfectos para una copa en el aperitivo, pero también para
acompañar toda una comida estival.
Incluso proponen un interesante
punto intermedio para zanjar las eternas discusiones entre bebedores de tintos
y blancos; pues entregan algo de la estructura y sabor de los primeros, pero
con la acidez, vivacidad -y posibilidad de enfriarse- de los segundos.
Si gustan de probar, aquí
les propongo siete vinos rosados para beber en verano:
Toro
Viejo Clásico Rosado S/A ($16): Muchos enófilos suelen mirar
con desdén estos vinos tan económicos, creo más por prejuicios que por la
calidad objetiva que ofrecen. De hecho,
este rosado es muy satisfactorio por el precio que se paga por él. De aromas afrutados,
tiene una boca escueta y ligera, de bajo tenor alcohólico, correcta acidez y breve
permanencia. ¡Para beber bien frio, junto a una pizza de mozzarella!
San
Felipe Rosé de Malbec 2014 ($38): Un clásico de la mesa
argentina, inconfundible por su botella transparente y rechoncha -conocida como
“caramañola”-. Un rosado de Malbec extremadamente simple y liviano, de la centenaria
bodega maipucina La Rural. En nariz propone aromas frutales directos; unidos a
una boca fluida y veloz, de entrada amable, ajustada acidez y persistencia media.
¡Justo para una copa junto a la pileta!
Festivo
Malbec Rosé 2014 ($60): Otro rosado de Malbec amigable y
fresco, producido en Vista Flores (Valle de Uco) por la bodega franco-argentina
Monteviejo. Un vino que conquista desde su bello color rosa pálido, pasando por
sus nítidas fragancias frutales, hasta terminar en una boca gustosa y vivaz,
con balanceada acidez y grata permanencia. ¡Un rosado “comodín”, insuperable para
escoltar tartas y ensaladas veraniegas!
Cavas
de Crianza Malbec Rosé 2013 ($65): A diferencia de
los dos anteriores, este es un rosado de Malbec bastante intenso, que podría
reemplazar perfectamente a un tinto en un cálido mediodía. Está elaborado por
la pequeña Bodega Clos de Chachras (Lujan de Cuyo); ofrece una nariz abundante
en recuerdos de frutas rojas maduras, especias y trazos herbales. En boca se
muestra voluminoso y de paso franco, repite sensaciones frutales, con
equilibrada acidez y moderada persistencia. ¡Vino ideal para un asado al aire
libre, en estos tórridos días de febrero!
Carmela Benegas Cabernet Franc Rosado
2014 ($82): ¡Pasan los años y no me canso de sugerir
este producto de Bodega Benegas! Un rosado atípico y seductor, elaborado 100%
con uvas Cabernet Franc de añosos viñedos cuyanos. Muestra un color rosa vivo,
con ribetes asalmonados. En nariz entrega fielmente la tipicidad del cepaje,
suavemente atenuada por la vinificación como rosado. Hay aromas de flores, de
frutas rojas en sazón -cerezas, ciruelas-, junto a ciertos dejos herbáceos
y balsámicos. Al llevarlo a la boca está su punto más fuerte; suculento
y jugoso, refrenda las sensaciones frutadas, con perfecta acidez y prolongada
permanencia. Otro rosado corpulento e intenso, perfecto también para acompañar carnes
rojas. ¡Me lo imagino escoltando un chivito a la llama!
Puro
Rosé 2013 ($97): Cuesta convencer al consumidor local de
probar vinos rosados de precio elevado, pues todavía quedan algunos resabios de
épocas pasadas -donde estos productos no se lucían precisamente por su calidad-.
Afortunadamente, las cosas han cambiado y hoy tenemos algunos que sorprenden
por su complejidad y buena factura. Tal es el caso de este notable rosado
mendocino, producido orgánicamente en la finca “Ojo de Vino” (Agrelo - Lujan de
Cuyo) con un corte de uvas Malbec y Cabernet Franc. Cautiva con una nariz
fragante, plena de aromas a flores, frutas silvestres -zarzamoras, cassis-,
dejos balsámicos -anís, menta- y terrosos. Al probarlo es sabroso y fluido, de paso
franco y paladar seco, con acidez perfectamente calibrada y una larga persistencia.
¡Rosado óptimo para maridar con pescados a la parrilla!
Callia
Sweet Rose S/A ($61): ¿No podíamos terminar esta
selección sin unas burbujitas rosadas, verdad? Pues entonces aquí hay un vino espumoso
sanjuanino juvenil y goloso, ideal para quienes disfrutan de los vinos más suaves.
Un rosado etéreo, que regala una aromática frutal diáfana -frutillas,
frambuesas-, y se prolonga en una boca cándida y veloz, de bajo tenor
alcohólico, con dulzor moderado y burbujas cosquilleantes. Un producto que recomiendo
servir bien frío, para atenuar la sensación dulce y potenciar así su frescura. ¡Sin
dudas, el rosado para compartir los brindis más dulces del verano!
¿Y para ustedes, cuáles son sus rosados veraniegos preferidos?
**** Esta nota fue publicada originalmente en la web amiga de Circuito Gastronómico ****