¡La semana pasada, este
humilde blog independiente sobre vinos cumplió cuatro años de vida! Por
cuestiones de índole laboral -hay que trabajar para vivir… ¿vió?- recién hoy
puedo sacar esta nota.
La fecha que estoy celebrando
coincide con el breve -y hoy casi vergonzoso- post
inaugural, aunque si debo ser sincero la verdadera actividad del
blog inició en octubre de 2010 con una reseña de los vinos
bebidos para mi 34º cumpleaños. Lo que comenzó como un escueto texto
sobre una juntada con amigos, se fue afianzando a través de los meses hasta convertirse
hoy en esta pasión -que me quita varias horas de sueño a la semana, aunque lo
hago con gusto-. De apenas 4 entradas publicadas en el 2010, pasé a 58 publicaciones
el año pasado; y este año voy por mucho más…
Son pocas las notas que
escribo en primera persona -a pesar de que es un blog personal-; pero esta de
hoy me emociona particularmente, así que me permitiré la licencia.
LO
PASADO
Cuatro años pueden parecer
poco, pero créanme que son bastante trabajo. Cuatro años son 173 textos
originales publicados, que representan algo así como 80.000 palabras escritas
exclusivamente sobre temáticas vitivinícolas (con apenas cuatro pequeñas
“infidelidades”, una breve con cervezas,
otra con whiskies, una más con quesos
y la última con café.
Hubo también un desliz con helados, pero
como eran de vino no se considera adulterio… jejeje).
Cuatro años son además 950
vinos recomendados, pero que en realidad implicaron degustar varios de miles de
ellos más durante el mismo período, para así elegir los mejores.
A pesar de que somos un
país “tinto-centrista” -permítaseme el neologismo-, he tratado de darle
bastante lugar en mis columnas a los vinos blancos y rosados. También le
he dedicado varios párrafos a los vinos dulces y espumosos (a pesar
de no estar entre mis preferidos).
Mis sugerencias siempre
ofrecieron amplia participación a los productos cordobeses
-que siguen creciendo a paso firme en calidad y cantidad-; pero sin dejar de
mencionar las regiones tradicionales y hasta las nuevas zonas emergentes (Vino de donde no esperabas,
¿Vino de donde? y Destinos cruzados).
Para satisfacer a los lectores de diferentes edades e intereses traté de
combinar diversas propuestas, desde los vinos más clásicos,
hasta las últimas novedades y
rarezas del mercado de vinos tintos.
Participe activamente
de las publicaciones conjuntas que compartimos con el grupo de los Blogueros del Vino
(como las primeras Catas Interblogs, la celebración del Día Mundial
del Malbec o las actuales Lupas Blogueras),
interactuando así también con otros amigos que comparten el mismo amor por el noble
elixir de Baco.
Mi interés no sólo se
centró en los vinos nacionales, sino que también tuve pequeñas incursiones por
los vinos de Brasil y Bolivia.
Hubo lugar para recomendar algunos libros interesantes
sobre temáticas vitivinícolas, e incluso para garabatear una breve crítica literaria…
Me resulta difícil
elegir una sola nota como la preferida, aunque si tuviera que hacerlo creo que sería
La sutileza de los vinos
naturales, pues estoy absolutamente convencido que los productos
menos intervenidos y más respetuosos con el medio ambiente son el futuro de la
industria vitivinícola (tanto nacional como mundial).
Otras publicaciones que
podría destacar son los Balances Enológicos (2013, 2012 y 2011), donde reseñé
los vinos que más llamaron mi atención durante ese período. Creo que estas
publicaciones pueden ser una guía de compras invaluable para los enófilos
apasionados (¡perdón por hacerme un pequeño “autobombo”!).
Sin embargo, las notas
que más me he disfrutado escribiendo han sido las de los vinos baratos (Ocho buenos vinos que no te
agujerean el bolsillo, Doce vinos por $20 o menos,
15 vinos BBB, Vinos con poca plata,
Once vinos post vacaciones
y Doce vinos para pasar el
invierno, entre otras); no sólo por el hecho de poder recomendar
vinos ricos y accesibles para todos los bolsillos -¿a quién no le gusta
sorprender a sus amigos con un vino rico y que además no cueste demasiado?-,
sino porque me obligaron a catar sin prejuicios muchos vinos que de otra manera
quizás ni hubiese probado, ampliando así un poquito más mi visión sobre los
vinos argentinos.
LO
QUE VIENE
Arranco esta nueva
etapa motivado. Sinceramente espero que esta pasión siga creciendo, pero sé que
sólo podré lograrlo si capto vuestro interés de amables lectores.
Por mi parte, renuevo el
compromiso original de un blog de vinos totalmente independiente; con
recomendaciones subjetivas pero honestas, dando lugar a todas las bodegas que elaboren
productos seductores e interesantes -no importa su tamaño, origen geográfico,
escala productiva o segmento de precios-. Entiendo que el mundo de los placeres
es tremendamente amplio y diverso, así que trataré de presentar vinos para todos
los gustos y bolsillos.
En los últimos meses he
comenzado con dos nuevas secciones fijas, que son Las Bodegas y los Blogs
y La frase que hoy vino.
Tengo muchas otras ideas dando vueltas en la cabeza, que se irán plasmando con el
transcurso de los meses.
Hay clásicos que no voy
a abandonar, como la nota de los nuevos rosados al comenzar la primavera, la de
los espumosos peculiares para las fiestas de fin de año o la de los mejores
blancos para pasar el verano. Tampoco faltarán las sugerencias de vinos
económicos, esas que tanto me gusta escribir y compartir. Estoy seguro que con
el tiempo aparecerán nuevas temáticas, que ustedes evaluarán llegado el
momento…
¡Agradezco me
sigan acompañando, los mejores vinos serán siempre los que están por
venir!